El asesor de Lula da Silva propone reeditar las elecciones en Venezuela para evitar las controversias que «contaminaron» la votación de julio, a pesar de la oposición de María Corina Machado.
Celso Amorim, asesor para Asuntos Internacionales del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, ha vuelto a insistir en la necesidad de repetir las elecciones presidenciales en Venezuela, argumentando que quien ganó en la controvertida votación del 28 de julio «lo hará nuevamente». En una entrevista con CNN, Amorim sugirió que una nueva elección sería una forma de evitar los problemas que «contaminaron» la votación original.
«Si dicen los dos lados que ganaron, ¿por qué no tener otra elección en la que se puedan evitar los problemas que contaminaron o que se dice que contaminaron esta elección? Quien ganó va a ganar de nuevo probablemente», comentó Amorim, defendiendo su postura de que un proceso electoral renovado podría resolver la crisis política en el país.
La propuesta de Amorim ha generado reacciones diversas, especialmente después de que María Corina Machado, una de las principales líderes de la oposición venezolana, descartara rotundamente la posibilidad de llevar a cabo una nueva elección. Machado cuestionó la viabilidad de repetir el proceso electoral, advirtiendo sobre los riesgos de perpetuar una situación de indefinición si Maduro no acepta los resultados.
«Si vamos a una segunda elección y no le gusta el resultado a Maduro, ¿qué hacemos? ¿Vamos a una tercera, y después a una cuarta o una quinta hasta que le gusten los resultados a Maduro?», expresó Machado, mostrando su escepticismo ante la propuesta.
Amorim, sin embargo, aclaró que su sugerencia no es una respuesta directa a Machado, sino un llamado a la tolerancia y al diálogo en un país profundamente dividido. «Estoy diciendo que es importante el diálogo y la tolerancia porque en Venezuela hay una división muy profunda», subrayó.
Hace más de una semana, ya había sugerido a Lula da Silva plantear una nueva elección en Venezuela como una «especie de segunda vuelta», que según él podría contar con el respaldo de la Unión Europea mediante la suspensión de sanciones y el envío de observadores internacionales.
Machado, por su parte, argumentó que la situación en Venezuela es única y no puede compararse con la de otros países, debido a la implicación de quienes están en el poder en actividades que considera «criminales». «Este no es el caso de Venezuela», enfatizó, defendiendo que una solución debe considerar la realidad específica del país.