El Consejo de Derechos Humanos de la ONU denuncia el control del gobierno de Maduro sobre el CNE y TSJ, señalándolos como piezas clave en la maquinaria represiva estatal.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU lanzó un dardo directo al corazón del sistema judicial y electoral de Venezuela. Este jueves, la ONU criticó duramente al Consejo Nacional Electoral (CNE) y al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), señalando que estas instituciones, lejos de ser independientes, operan como extensiones del aparato represivo del régimen de Nicolás Maduro.
La presidenta de la misión de la ONU, Marta Valiñas, no se guardó nada en su declaración: “(El) Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral de Venezuela han desempeñado un papel dentro de la maquinaria represiva del Estado”. Con estas palabras, Valiñas desnudó lo que muchos en la comunidad internacional ya sospechaban: el TSJ y el CNE no son árbitros imparciales, sino piezas clave en un tablero controlado desde el palacio de Miraflores.
El Tribunal Supremo de Justicia de #Venezuela requerido para auditar los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral.
— United Nations Human Rights Council (@UN_HRC) August 22, 2024
La Misión de Determinación de los Hechos sobre este país alerta sobre la falta de independencia e imparcialidad de ambas instituciones. pic.twitter.com/IzKRG9bVUq
Pero la denuncia no se quedó solo en las instituciones. Valiñas apuntó directamente al gobierno de Maduro, acusándolo de ejercer una “injerencia indebida” sobre las decisiones del TSJ. Según la ONU, esta injerencia se materializa a través de mensajes directos a los magistrados y declaraciones públicas que no buscan otra cosa que torcer la justicia a favor del poder.
Estas declaraciones llegaron justo antes de un momento de gran expectativa, cuando la Sala Electoral del TSJ se preparaba para pronunciarse sobre el proceso de revisión de las actas físicas de las recientes elecciones presidenciales. El máximo tribunal terminó avalando los resultados presentados por el CNE. Un proceso que, bajo la lupa de la ONU, está ahora más cuestionado que nunca.