La CIDH alerta sobre la escalada de represión y detenciones arbitrarias en Venezuela

CIDH

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión denuncia la persecución sistemática de periodistas y disidentes tras las elecciones del 28 de julio.

En un contundente llamado a la comunidad internacional, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha denunciado este viernes un preocupante aumento en la represión y las detenciones arbitrarias en Venezuela, intensificadas tras las controvertidas elecciones del 28 de julio.

La RELE ha documentado más de 1.500 detenciones desde que se anunciaron los resultados electorales que favorecen al régimen de Nicolás Maduro. Entre los detenidos se encuentran activistas, defensores de derechos humanos y, al menos, 10 periodistas. Uno de los casos más alarmantes es el del periodista Roland Carreño, arrestado el pasado 2 de agosto por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), cuyo paradero sigue siendo incierto. La situación de Carreño ha sido considerada «urgente» por la CIDH, que le ha otorgado medidas cautelares ante el riesgo de «daño irreparable a sus derechos».

Según el comunicado de la CIDH, estas detenciones se están llevando a cabo bajo la Ley Contra el Odio, una normativa que, en palabras de la RELE, se utiliza en un contexto que «limita severamente las garantías judiciales y el derecho de defensa». El informe subraya que las autoridades han presentado cargos infundados, incluyendo terrorismo e instigación al odio, basándose en pruebas manipuladas o fabricadas.

Además de las detenciones, la RELE ha alertado sobre el aumento de la represión contra medios de comunicación y periodistas en Venezuela. El comunicado denuncia agresiones que van desde allanamientos y cierres de medios hasta amenazas y despidos injustificados. Este clima de miedo ha forzado a varios periodistas a buscar el exilio para proteger sus vidas, mientras que en el ámbito digital, se ha desatado una campaña de censura y criminalización de críticas en redes sociales, con más de 100 sitios web bloqueados, incluidos portales de derechos humanos.

Las declaraciones del presidente Nicolás Maduro calificando a críticos y opositores como «fascistas» han exacerbado la situación, creando un ambiente aún más hostil para la libertad de expresión en el país. La RELE ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para que exija la liberación inmediata de todos los detenidos por ejercer sus derechos fundamentales, garantice el acceso de organismos de derechos humanos a los detenidos y ponga fin a la represión masiva.

La situación en Venezuela es descrita como «crítica» por la CIDH, y la organización enfatiza que el respaldo de la comunidad internacional es esencial para abordar la crisis de derechos humanos en el país.

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