El ministro español José Manuel Albares admite la imposibilidad de verificar los resultados electorales en Venezuela y se enfoca en coordinar una respuesta conjunta con Brasil y otros socios regionales.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, anunció este viernes que, tras el acuerdo alcanzado en la Unión Europea para «no reconocer la victoria» de Nicolás Maduro el 28 de julio, se buscará una postura conjunta sobre Venezuela junto a los principales socios de América Latina, como Brasil. La decisión llega en medio de una creciente presión internacional para resolver la crisis política en Venezuela y garantizar el respeto a los derechos fundamentales de su población.
Desde París, Albares fue claro en su mensaje: “Probablemente no van a aparecer nunca y por lo tanto no vamos a reconocer» los resultados de las elecciones que supuestamente dieron la victoria a Maduro. Esta declaración refuerza la postura de la UE de no aceptar una «supuesta victoria» que carece de verificación, subrayando la necesidad de un diálogo entre los venezolanos que lleve a una solución pacífica y consensuada.
El ministro español destacó que trabajarán «con los principales actores regionales» para coordinar una respuesta efectiva. En particular, reveló que está en contacto regular con su homólogo brasileño, Mauro Vieira, con quien discute la posibilidad de una posición conjunta que involucre a los actores más influyentes de América Latina. «Estamos prácticamente cada 48 o 72 horas en contacto», afirmó Albares, señalando la urgencia y la importancia de estas conversaciones.
El objetivo de España, según Albares, es lograr que el diálogo y la negociación en Venezuela «sirvan para garantizar la integridad física y los derechos fundamentales de todos los venezolanos y venezolanas, muy especialmente de los líderes políticos». Esta postura busca una solución que no solo sea pacífica, sino que también sea venezolana, respetando la soberanía del país mientras se promueve la estabilidad y la reconciliación.
La negativa de la Unión Europea a reconocer los resultados electorales en Venezuela marca un punto crítico en la relación entre el bloque y el gobierno de Maduro. Con la coordinación de esfuerzos entre Europa y América Latina, se espera que esta postura conjunta pueda ejercer la presión necesaria para abrir un camino hacia la resolución de la crisis venezolana.