La empresa de Elon Musk, Starlink, se niega a cumplir la orden de suspender el servicio de X en Brasil tras el bloqueo de sus cuentas por la Corte Suprema, en medio de tensiones con el juez Alexandre De Moraes.
En un acto de desafío abierto, Starlink, la empresa de servicios de internet por satélite propiedad del magnate Elon Musk, anunció este domingo que no cumplirá con la orden de suspender el servicio de la red social X en Brasil, a menos que se levante el bloqueo de sus cuentas. Esta decisión intensifica el enfrentamiento entre Musk y la justicia brasileña, liderada por el magistrado de la Corte Suprema, Alexandre De Moraes.
La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil, presidida por Carlos Baigorri, confirmó que Starlink se niega a acatar la orden, que ha sido notificada a más de 20.000 operadores en el país sudamericano. Según Baigorri, esta negativa ya fue comunicada al juez De Moraes.
El origen de esta disputa se remonta a varios meses atrás, cuando De Moraes ordenó a X, también propiedad de Musk, eliminar perfiles vinculados a la extrema derecha liderada por el expresidente Jair Bolsonaro. Musk se negó, acusando al magistrado de actuar sin justificación y de manera arbitraria.
En respuesta a la negativa de Musk, y tras el cierre de las oficinas de X en Brasil para «proteger a sus empleados» de posibles arrestos, el juez De Moraes ordenó bloquear las cuentas de Starlink en Brasil. Esta medida fue tomada como garantía para el pago de las multas impuestas a X, debido a su incumplimiento de las órdenes judiciales.
Desde la madrugada del sábado, usuarios de las principales operadoras de Brasil comenzaron a reportar problemas para acceder a X, y para este domingo, la mayoría de los operadores ya había bloqueado el acceso a la red social, según Anatel.
La situación ha generado un intenso debate sobre la libertad de expresión, la soberanía judicial y el poder de las grandes corporaciones tecnológicas. Mientras que algunos ven en Musk un defensor de la libertad digital, otros lo acusan de desafiar el orden legal y de poner en riesgo la estabilidad institucional en Brasil.
Con Starlink negándose a cumplir con la orden hasta que se liberen sus cuentas, el conflicto entre Musk y la justicia brasileña parece estar lejos de resolverse, dejando en el aire el acceso a X para millones de brasileños.