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Bariven en la cuerda floja: Credendo gana batalla legal y apunta a cuentas bancarias en Curazao

 La filial de PDVSA enfrenta la amenaza de embargo preventivo tras perder una disputa multimillonaria en la Corte Internacional de Arbitraje.

La turbulenta relación financiera entre Bariven, la filial de adquisiciones internacionales de PDVSA, y la firma europea Credendo, ha dado un giro decisivo. Un laudo arbitral emitido en mayo de 2019 por la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional ha culminado con una victoria significativa para Credendo, dejando a Bariven al borde de una crisis financiera internacional.

La controversia comenzó cuando Bariven incumplió un contrato valorado en 14,6 millones de dólares con ArcelorMittal International Luxembourg SA, una firma global especializada en suministros para la industria metalúrgica. Ante la falta de pago, ArcelorMittal recurrió a Credendo, una compañía especializada en la gestión de riesgos y aseguradora de operaciones en mercados volátiles como el venezolano. Después de varios intentos fallidos de resolver el conflicto de manera amistosa, Credendo decidió llevar el caso a la Corte Internacional de Arbitraje, logrando que el laudo fuera emitido a su favor.

Hoy, el fallo no solo garantiza a Credendo la recuperación de los 14,6 millones de dólares originales, sino que también le otorga 152.000 euros adicionales por costos judiciales, más los intereses acumulados, elevando la deuda total a 25 millones de dólares. Esta suma representa un golpe contundente para Bariven, cuyas cuentas bancarias en diversas instituciones financieras de Curazao, como ING Bank NV, Coöperatieve Rabobank UA, ABN Amrobank NV, Deutsche Bank AG y NIBC Bank NV, ahora enfrentan un inminente embargo preventivo.

Pero el alcance de la acción de Credendo va más allá. La empresa ha solicitado la confiscación de las acciones de Bariven en PDVSA Services BV, ubicada en La Haya, como parte de la ejecución del laudo arbitral. Esta decisión ha sido autorizada por la justicia de Curazao, donde la audiencia presidida por el magistrado Pieter de Kort en julio reveló la ausencia de Bariven, agravando la situación financiera de la filial venezolana.

La falta de respuesta por parte de Bariven en la audiencia subraya la creciente precariedad de PDVSA en la arena internacional, donde las deudas no pagadas continúan acumulándose, y la confianza de los inversores se ve cada vez más erosionada. Este caso pone de relieve las dificultades que enfrenta Venezuela para mantener operaciones internacionales sostenibles y preservar la credibilidad de sus entidades estatales en el mercado global.