Ucrania enfrenta una reestructuración ministerial significativa tras más de dos años de guerra con Rusia, con la dimisión de varios altos funcionarios, incluido el canciller Kuleba.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha presentado su renuncia, según confirmó este miércoles (04.09.2024) el presidente de la Rada Suprema, Ruslan Stefanchuk. Kuleba, de 43 años, había sido una pieza clave en la diplomacia ucraniana desde 2020 y en la conducción de las relaciones exteriores durante los 30 meses de guerra con Rusia. Su dimisión será debatida en las próximas sesiones plenarias del Parlamento, en un momento en el que el gobierno ucraniano enfrenta una reestructuración significativa.
Además de Kuleba, los ministros de Justicia, Industrias Estratégicas y Medio Ambiente también han dimitido, al igual que el jefe del Fondo de Propiedad del Estado, lo que marca el mayor cambio en el gabinete desde el inicio de la invasión rusa. Esta oleada de dimisiones fue calificada como un «reinicio» por un alto aliado del presidente Volodimir Zelenski, quien ha manifestado la necesidad de «energía nueva» para afrontar los desafíos del próximo invierno.
«Algunos llevan cinco años como ministros, y necesitamos energía nueva», explicó Zelenski durante una conferencia de prensa junto al presidente irlandés Simon Harris en Kiev. El mandatario agradeció a los responsables salientes por su servicio y señaló que este movimiento se enmarca en un plan de renovación gubernamental que había adelantado en semanas anteriores.
La reacción desde Rusia no se hizo esperar. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, comentó que esta reestructuración en Ucrania no afectará en lo más mínimo las perspectivas de un proceso de negociación entre los dos países. «No influirá de ninguna manera», afirmó Peskov, aunque subrayó que Moscú sigue atento a todos los movimientos del gobierno ucraniano.
Mientras tanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, volvió a advertir a Estados Unidos sobre las «líneas rojas» en el conflicto, acusando a Washington de incrementar su participación en la guerra en Ucrania. Lavrov recalcó que «Estados Unidos debe entender que no hay que bromear sobre nuestras líneas rojas».
Ucrania ha estado defendiendo ante sus aliados la necesidad de utilizar misiles de largo alcance para neutralizar las bases aéreas rusas y otros objetivos clave, argumentando que esto reduciría los ataques de la aviación rusa. El conflicto sigue intensificándose mientras ambos países se preparan para lo que será un invierno largo y tenso.