El ministro del Interior y Justicia de Venezuela se burla del exilio de González, sugiriendo que fue una maniobra política y acusando a la oposición de intentar causar daño al país.
El ministro del Interior y Justicia de Venezuela, Diosdado Cabello, afirmó este lunes que el excandidato presidencial Edmundo González Urrutia «salió huyendo de Venezuela», asegurando que su partida hacia España, donde solicitó asilo político, fue una decisión personal y no impuesta. En una rueda de prensa con la dirección del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Cabello subrayó que González no fue obligado a dejar el país y que no hubo comunicación previa con la oposición sobre su salida, lo que, según él, “tomó por sorpresa” a los opositores.
«No le dijo nada a nadie», declaró Cabello, sugiriendo que González temía represalias por parte de la derecha venezolana. «Si de alguien estaba huyendo, era de la derecha, de María Corina Machado y del fascismo», aseguró, en tono burlón. Cabello también se mofó de la situación, insinuando que la oposición podría “contratar a un guionista de Hollywood como Edgar Ramírez” para narrar lo que describió como un “acto heroico”.
El líder del PSUV indicó que González se marchó porque “sabía que no había ganado” las elecciones del 28 de julio y temía por su seguridad. También confirmó que González se refugió en la embajada de los Países Bajos tras los incidentes de ese día, cuestionando la autenticidad de su búsqueda de asilo. «Sabía que habría violencia en las calles», insinuó Cabello, sugiriendo que el opositor preveía el caos.
Cabello también aprovechó la oportunidad para atacar a los Países Bajos, llamándolos uno de los «peores peones» del “imperialismo estadounidense”, y acusó al gobierno neerlandés de actuar bajo un plan imperialista. En su opinión, esto quedó claro tras el comunicado emitido por los Países Bajos sobre el caso de González.
El oficialista arremetió contra Estados Unidos y varios líderes regionales, incluyendo a Luis Abinader de República Dominicana, Iván Duque de Colombia y Gabriel Boric de Chile, acusándolos de ser parte de una “conspiración” internacional dirigida por “el imperialismo” para desestabilizar a Venezuela.