Mientras las cifras oficiales reportan una baja del 0,10 %, fuentes secundarias indican un leve aumento en la producción.
La producción petrolera de Venezuela en el mes de agosto se situó en 927.000 barriles por día (bpd), lo que representa una leve caída del 0,10 %, según fuentes oficiales recogidas en el último informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Este descenso de 1.000 barriles diarios en comparación con julio, cuando el país produjo 928.000 bpd, sigue marcando la dificultad de la nación para recuperar sus niveles productivos previos a la crisis económica.
Sin embargo, fuentes secundarias —aquellas que no provienen directamente del gobierno venezolano— ofrecen una visión diferente del panorama. De acuerdo con estos datos, la producción en agosto alcanzó los 874.000 bpd, lo que representa un aumento del 1,27 % respecto a los 863.000 bpd registrados en julio. Estas discrepancias entre las cifras oficiales y las secundarias han sido una constante en los últimos años, complicando la evaluación precisa del sector petrolero venezolano.
El informe de la OPEP no detalla las razones que podrían haber influido en la variación de la producción durante agosto, un mes marcado por la reanudación de las sanciones impuestas por Estados Unidos tras un periodo de suspensión de seis meses.
A pesar de las promesas del Ejecutivo de elevar la producción petrolera, el país continúa muy por debajo de los niveles previos a la crisis iniciada en 2014, cuando Venezuela producía alrededor de 3 millones de bpd. A principios de 2023, el gobierno había proyectado alcanzar una producción superior a los 2 millones de barriles diarios para finales de año, una meta que, hasta ahora, parece lejana.
El exministro de Petróleo, Tareck El Aissami, quien fue designado para liderar el esfuerzo de recuperación de la industria, renunció tras verse involucrado en un escándalo de corrupción en la estatal PDVSA, que resultó en la detención de más de 60 personas, incluido el propio El Aissami.