Tras la polémica en Francia, Pavel Durov anuncia nuevas políticas para combatir la ilegalidad en la plataforma y mejorar la seguridad de la búsqueda.
Telegram sigue ajustando su política de privacidad tras la polémica en Francia, donde la detención de su CEO, Pavel Durov, puso bajo la lupa la gestión de datos en la plataforma. En un anuncio reciente, Durov informó que la compañía comenzará a entregar direcciones IP y números de teléfono de los usuarios que violen sus ‘Términos de servicio’, una medida que ha generado revuelo entre sus casi mil millones de usuarios.
A través de su canal oficial, Durov defendió la postura de Telegram como una plataforma más «potente» que otras aplicaciones de mensajería, en parte por la capacidad de los usuarios de encontrar bots y canales públicos. Sin embargo, reconoció que esa misma funcionalidad ha sido utilizada para «vender productos ilegales», lo que ha llevado a la implementación de nuevas medidas de seguridad.
En respuesta a estas violaciones, Telegram ha integrado inteligencia artificial (IA) en su motor de búsqueda para filtrar contenido ilegal o inseguro. «Todo el contenido problemático que identificamos en la búsqueda ya no es accesible», señaló Durov, instando a los usuarios a reportar cualquier irregularidad que encuentren a través de la herramienta ‘Search Report’.
Además, la plataforma ha actualizado sus Términos de Servicio y Política de Privacidad para asegurar que las nuevas normativas sean consistentes en todo el mundo. En caso de que los usuarios violen estas reglas, sus datos serán entregados a las autoridades pertinentes en respuesta a solicitudes legales válidas.
«No dejaremos que los malos actores pongan en peligro la integridad de nuestra plataforma», concluyó Durov, asegurando que estas medidas deberían ser suficientes para disuadir a los delincuentes y proteger a los usuarios legítimos.