La devastadora tormenta golpeó Florida, Georgia, las Carolinas y Virginia, causando inundaciones, cortes de energía y más de 60 muertes en cinco estados.
El huracán Helene, uno de los más poderosos registrados en la región de Big Bend, Florida, ha dejado un rastro de destrucción a su paso por el sureste de Estados Unidos, con un saldo de al menos 64 muertos y millones de personas sin electricidad, según informó CNN. La tormenta tocó tierra el jueves pasado, afectando gravemente a Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia.
En Carolina del Norte, una de las áreas más afectadas, Helene transformó barrios enteros en lagos y levantó coches como si fueran juguetes. Las autoridades han reportado 11 muertes en Carolina del Norte, 24 en Carolina del Sur, 17 en Georgia, 11 en Florida y una en Virginia.
El daño a la infraestructura ha sido masivo. Según la administradora interina de carreteras federales, Kristin White, cerca de 450 carreteras permanecen cerradas en las Carolinas, dificultando la entrega de suministros esenciales, como agua, a las comunidades afectadas. Además, siete plantas de agua han cerrado, afectando a 70.000 hogares en Carolina del Norte, donde👇
La Guardia Nacional de Carolina del Norte ha rescatado a más de 119 personas, incluidos bebés, mientras que las autoridades siguen enviando suministros por aire a las áreas más afectadas. La devastación ha sido tal que el presidente Joe Biden aprobó una declaración de desastre para Carolina del Norte, lo que permitirá la liberación de fondos federales para la recuperación.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las lluvias persistentes podrían causar escorrentías debido a la saturación del suelo, lo que empeoraría la situación en los próximos días. Las estimaciones preliminares de Moody’s Analytics calculan que los daños materiales oscilan entre 15.000 y 26.000 millones de dólares, mientras que las pérdidas económicas totales podrían superar los 110.000 millones.