El número dos del PSUV, Diosdado Cabello, reacciona con todo ante las órdenes de arresto emitidas por Argentina. Señala a Milei, María Corina y hasta a un empresario gringo en un combo de acusaciones.
Diosdado Cabello, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se lanzó una de sus típicas ruedas de prensa explosivas este lunes, en respuesta a las órdenes de detención emitidas por el gobierno argentino contra él, Nicolás Maduro y 30 funcionarios chavistas más. Cabello no se cortó ni un pelo y calificó las acciones del presidente argentino, Javier Milei, como parte de una «estrategia fascista» para intentar frenarlos. “Cree que con eso nos va a detener”, soltó con la tranquilidad de alguien que ya ha pasado por muchas de estas batallas.
El siempre polémico dirigente también disparó contra Milei, diciendo que está bajo las órdenes del «imperialismo» y que actúa como un “perro faldero” que simplemente cumple lo que le mandan. Pero ahí no terminó el combo: también metió en la ecuación a Erik Prince, el empresario estadounidense al que acusó de ser un «mercenario» que está detrás de una campaña fallida en redes, llamada Ya Casi Venezuela. Según Cabello, querían recaudar 100 millones de dólares para «tumbar» a Maduro, pero apenas lograron raspar un millón. Para él, un fracaso monumental, cortesía de la oposición.
María Corina bajo la lupa
Cabello no dejó pasar la oportunidad de salpicar a su enemiga favorita, María Corina Machado. Según el líder madurista, ella estaría detrás de ese “desastre” de campaña y, de paso, insinuó que ya estaría preparando las maletas para irse del país. Todo esto mientras intenta seguir impulsando a Edmundo González Urrutia como el “presidente” que se juramentará el 10 de enero. Cabello, claro, se mofó de la idea de que González Urrutia vaya a juramentarse desde España. «¿Lo juramentará el rey?», preguntó, riéndose del asunto.
Críticas para todos lados
Pero si alguien pensaba que se iba a quedar corto en enemigos, se equivocan. También hubo palos para Santiago Abascal, líder del partido español Vox, a quien describió como «lo peor de lo peor» de la política europea, y hasta se comparó la reciente reunión entre Abascal y Edmundo González con un reencuentro de «joyas y escoria». Para Cabello, todo esto forma parte de una “trama fascista” que busca desestabilizar a Venezuela.
Y por si no fuera suficiente, el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Brian Nichols, también terminó en la mira de Cabello. Lo calificó de “tonto útil del imperialismo”, afirmando que el gobierno estadounidense lo usa cada vez que necesitan soltar una «declaración absurda». Con total confianza, Cabello aseguró que no les preocupa lo que diga Nichols ni las sanciones que pueda mantener sobre Venezuela, porque según él, su gobierno no cederá ante presiones externas.