Protestas en Caracas y otros estados del país claman por mejoras económicas y sociales en el Día Internacional de las Personas de Edad.
Este martes, jubilados y pensionados en varios estados de Venezuela salieron a las calles para exigir algo que debería ser básico: un salario digno. Aprovechando el Día Internacional de las Personas de Edad, los manifestantes, en su mayoría adultos mayores, reclamaron mejores condiciones económicas y sociales bajo el Gobierno de Nicolás Maduro. En Caracas, se concentraron frente a la sede de la ONU con una petición clara: que se respeten sus derechos y se les permita vivir con dignidad.
“La situación es insostenible”, dijo Carlos Julio Rivera, vicepresidente de la Asociación Nacional de Trabajadores Jubilados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS). Con la Constitución en mano, Rivera denunció la falta de atención del Ejecutivo y del ministro del Trabajo. «No es posible que hagan la vista gorda ante nuestras exigencias», dijo, exigiendo que el Gobierno cumpla con lo estipulado en la ley sobre un salario digno.
Rivera subrayó que los pensionados no tienen un contrato colectivo que regule los aumentos salariales, por lo que las excusas del Gobierno ya no son válidas. “No se puede seguir justificando el aumento salarial como una incidencia económica”, comentó, mientras denunciaba la «falta de transparencia» en las cuentas públicas y el desvío de recursos que afectan a toda la población.
La unidad es clave
En su discurso, Rivera hizo un llamado a la unidad entre los trabajadores para que juntos puedan hacer valer sus derechos. «Es hora de que nos unamos, de que mostremos solidaridad y lealtad», dijo. Pero no solo Caracas fue escenario de estas protestas. En los estados Bolívar, Lara y Falcón, las exigencias fueron las mismas: un salario justo y medidas urgentes para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
En Bolívar, Hugo Medina, presidente de la Asociación de Jubilados, denunció que las personas de la tercera edad son víctimas de múltiples formas de discriminación. Según Medina, muchos jubilados no pueden costear atención médica ni medicamentos, y aunque deberían tener exoneración en el transporte público, los conductores muchas veces se niegan a llevarlos. “No recibimos un trato digno”, expresó.
El mensaje es claro: los jubilados están cansados. Se sienten olvidados por un Gobierno que, según sus palabras, prefiere justificar la falta de recursos mientras se observan desvíos y corrupción. Por ahora, esperan una respuesta clara y contundente, porque, como dijo Rivera, “es imperativo un cambio en la política salarial” que garantice el bienestar de los pensionados.