El primer ministro israelí asegura que Irán cometió un «gran error» al lanzar más de 180 misiles, y destaca que el sistema de defensa aérea de Israel interceptó la mayoría de los proyectiles.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no se anduvo con rodeos este martes después de que Irán lanzara un ataque masivo con más de 180 misiles contra Israel. Durante una reunión de emergencia del Gobierno, Netanyahu calificó la acción de Irán como un «gran error» y prometió que el régimen islámico «pagará por ello».
«El régimen de Irán no comprende nuestra determinación», afirmó el mandatario israelí en un comunicado. A pesar del lanzamiento de los misiles, Netanyahu subrayó que el sistema de defensa aérea de Israel logró interceptar la mayoría de los proyectiles, evitando víctimas. Según él, el ataque iraní fue un “fracaso” gracias a esta respuesta.
Por otro lado, la Guardia Revolucionaria iraní declaró que el 90 % de sus misiles alcanzaron sus objetivos militares en Israel, una afirmación que sigue en disputa. Mientras tanto, la respuesta de Israel no se hizo esperar, con Netanyahu dejando claro que «quien nos ataque, lo atacaremos».
Este ataque es el segundo de Irán contra Israel desde abril, cuando la república islámica bombardeó el país con misiles y drones. En esta ocasión, Netanyahu también se refirió a los conflictos en el sur del Líbano y Gaza, donde soldados israelíes han lanzado operaciones terrestres. «Estamos luchando contra el eje del mal en todas partes», advirtió.
Condenas internacionales
El ataque ha sido rápidamente condenado por la comunidad internacional. La ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, pidió a Irán que detenga de inmediato esta escalada, mientras que desde Estados Unidos, el secretario de Estado, Antony Blinken, calificó el bombardeo como «totalmente inaceptable». Blinken también destacó que Israel, con el apoyo de sus aliados, había frustrado efectivamente el ataque.
El presidente Joe Biden no tardó en pronunciarse, afirmando que Estados Unidos «apoya totalmente a Israel» y que estaban en conversaciones sobre una posible respuesta al régimen iraní. Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, advirtió que este ataque representa «una escalada significativa» por parte de Irán.
En Europa, el presidente español Pedro Sánchez pidió que se ponga fin a la «espiral de violencia» en la región, mientras que Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, condenó el ataque y exigió un alto al fuego inmediato. «El ciclo de ataques y represalias corre el riesgo de descontrolarse», señaló Borrell.