El tenista español se lleva su cuarto título ATP del año tras una intensa batalla de más de tres horas en Pekín.
El español Carlos Alcaraz se consagró campeón del Abierto de China tras vencer al número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner, en una final para el recuerdo. Con un marcador de (6)6-7, 6-4 y 7-6(3), el murciano logró imponerse en un duelo que duró 3 horas y 21 minutos, obteniendo así su cuarto título ATP de la temporada.
La pista central del complejo tenístico de Pekín fue testigo de una batalla igualada entre los dos mejores tenistas del circuito, quienes ya se habían enfrentado previamente en otras finales. Con las gradas divididas entre el «Vamos Carlos» y el «Forza Jannik», la expectación no defraudó.
Un inicio vibrante
El partido comenzó con una clara demostración del talento de ambos jugadores. Alcaraz, a pesar de tener algunos problemas en los primeros juegos, mostró desde el principio su dominio. Sin embargo, Sinner, decidido a mantener su posición de número uno, defendió su saque y aprovechó las oportunidades que tuvo, llevándose el primer set en un ajustado ‘tie break’.
La respuesta del murciano
Lejos de desanimarse, Alcaraz arrancó el segundo set con la calma de un veterano, jugando con precisión y paciencia. Ambos tenistas mantuvieron la igualdad en los primeros juegos, pero fue en el octavo juego, tras salvar dos bolas de ‘break’, cuando el español mostró su mejor versión, logrando romper el servicio de Sinner y cerrando el set con un contundente 6-4.
El decisivo tercer set
Con el marcador empatado, el último set fue una verdadera batalla. Aunque Alcaraz logró un break temprano, Sinner no se rindió y recuperó terreno en el octavo juego. El partido, lleno de intercambios espectaculares y tensión en cada punto, se decidió en un segundo ‘tie break’, donde Alcaraz, a pesar de estar 0-3 abajo, encadenó siete puntos consecutivos para proclamarse campeón del torneo.
Alcaraz, conocido por su capacidad para recuperar terreno en los momentos más críticos, celebró su victoria con su característico gesto de «escuchar al público», reclamando la ovación de las gradas.
Con este título, Carlos Alcaraz no solo reafirma su posición entre los mejores del mundo, sino que también sigue los pasos de su compatriota Rafael Nadal, quien ganó este torneo en 2017. El «nuevo emperador español de China» continúa demostrando por qué es una de las mayores promesas del tenis mundial.