David Gilmour descarta volver a tocar con Roger Waters por sus creencias políticas

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Por el contrario dijo que sí le encantaría volver al escenario con el fallecido tecladista Rick Wright, quien fue una de las personas más amables y con más talento musical que conoció.

David Gilmour descartó cualquier sugerencia de que él y su ex compañero de banda de Pink Floyd volverán a actuar juntos.

Gilmour declaró que «de ninguna manera» volvería a actuar con Waters. Gilmour ya lo había dicho antes, citando las creencias políticas de Waters y sus comentarios controvertidos sobre Israel, Ucrania y los Estados Unidos.

“Tiendo a mantenerme alejado de las personas que apoyan activamente a dictadores genocidas y autocráticos como [el presidente de Rusia, Vladimir] Putin y [el presidente de Venezuela, Nicolás] Maduro”, dijo Gilmour a la publicación. “Nada me haría compartir un escenario con alguien que piensa que ese trato a las mujeres y a la comunidad LGBT está bien. Por otro lado, me encantaría volver al escenario con [el fallecido tecladista de Pink Floyd] Rick Wright, quien fue una de las personas más amables y con más talento musical que he conocido”.

Entre muchas otras declaraciones provocativas, Waters ha comparado a Israel con la Alemania nazi y ha dicho que la invasión rusa de Ucrania “no fue sin provocación”. La esposa de Gilmour, la escritora Polly Samson, criticó a Waters en X, escribiendo: “Eres antisemita hasta la médula”. Gilmour intervino, coincidiendo con su esposa y añadiendo: “Cada palabra es demostrablemente cierta”. Waters refutó sus comentarios como “incendiarios y tremendamente inexactos”.

BMG, una editorial musical con sede en Alemania, también se separó debido a sus comentarios políticos. Waters tenía previsto lanzar una versión recién grabada del álbum de Pink Floyd de 1973, “Dark Side of the Moon”, el año pasado, pero Thomas Coesfeld abandonó el acuerdo después de convertirse en director ejecutivo de BMG en julio del año pasado. El álbum finalmente salió a la venta a través de Cooking Vinyl, con sede en el Reino Unido. 

Los comentarios de Waters también influyeron en el retraso del acuerdo multimillonario de Pink Floyd con Sony Music. La compañía compró los derechos de la música grabada y el nombre y la imagen de la banda por aproximadamente 400 millones de dólares.

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