El alto representante de la UE insiste en que la solución en Venezuela debe ser política, mientras se espera que los líderes europeos discutan la crisis en la próxima cumbre.
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dejó claro este martes que la única solución para la crisis en Venezuela debe ser de carácter político y resultado de la presión internacional. En declaraciones tras su intervención en un debate sobre Oriente Medio en el pleno de la Eurocámara, Borrell subrayó que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tomará posesión de su cargo en enero, basándose en los controvertidos resultados de las elecciones del 28 de julio, que gran parte de la comunidad internacional no reconoce.
“Nosotros no reconocemos que tenga legitimidad democrática”, afirmó Borrell, recordando que tanto el Parlamento Europeo como el próximo Consejo Europeo, que se reunirá los días 17 y 18 de octubre, mantendrán esta postura. “Así lo va a decir el próximo Consejo Europeo, que es el titular de la competencia en materia de política exterior”, añadió el diplomático español.
La crisis en Venezuela se ha mantenido como un tema prioritario en la agenda europea, y Borrell confirmó que será discutida durante la cumbre de líderes europeos a petición de España. “La cuestión de Venezuela se va a discutir y estoy convencido de que saldrá lo mismo que ya ha salido de las reuniones del Consejo de Asuntos Exteriores y del Parlamento Europeo”, comentó.
La relación entre Caracas y Madrid ha estado marcada por la llegada a España del líder opositor Edmundo González Urrutia, quien afirma haber ganado las elecciones de julio basándose en actas en poder de la oposición. Cuando se le preguntó si González debería regresar a Venezuela el 10 de enero para tomar posesión como presidente, Borrell evitó dar una respuesta directa, pero señaló que el Parlamento Europeo podría invitarlo en los próximos encuentros. “No sé cuáles son sus planes, pero estaría dispuesto a invitarle de nuevo”, dijo.
En cuanto a las sanciones contra Venezuela, Borrell expresó su cautela, destacando los efectos adversos que podrían tener sobre la población. “Soy poco partidario de imponer sanciones que afectan a la gente, que afectan al pueblo venezolano”, manifestó, citando como ejemplo el caso de Cuba, donde las sanciones no han conseguido cambiar el régimen político, pero sí han causado sufrimiento en la población.
En el borrador de conclusiones del Consejo Europeo, se adelanta que los líderes de la UE no reconocerán los resultados de las elecciones del 28 de julio a menos que sean completos y verificables de forma independiente, y se insta a las autoridades venezolanas a respetar la voluntad del pueblo. Además, la Unión Europea se ha mostrado dispuesta a apoyar una transición constructiva e inclusiva para resolver el estancamiento político del país y restaurar las instituciones democráticas.