El expresidente y candidato a la Casa Blanca intensifica su retórica contra los migrantes, sugiriendo una relación entre la criminalidad y «malos genes».
Donald Trump, exmandatario de EE.UU. y candidato republicano a la presidencia, vuelve a recurrir a su discurso preferido sobre migración irregular mientras se acercan las elecciones del 5 de noviembre. En una reciente entrevista para el programa de radio The Hugh Hewitt Show, Trump no solo reiteró su ya conocida postura antiinmigrante, sino que llevó su retórica a otro nivel al afirmar que «tenemos muchos malos genes en nuestro país».
El expresidente acusó a la actual administración demócrata, y en particular a la vicepresidenta Kamala Harris, de permitir la entrada de «asesinos» a través de la frontera con México. “¿Qué le parece permitir la entrada de personas a una frontera abierta, 13.000 de las cuales eran asesinos, muchos de ellos asesinaron a mucho más de una persona?”, declaró Trump, quien insiste en que estos migrantes viven “felices” en Estados Unidos.
Basándose en datos del congresista republicano Tony Gonzales, Trump asegura que hay más de 425.000 migrantes con antecedentes penales en libertad, entre ellos más de 13.000 condenados por homicidio. Sin embargo, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) aclaró que estos datos «se remontan a décadas atrás» y no corresponden exclusivamente al mandato de Joe Biden, sino a un lapso de tiempo que abarca los últimos 40 años.
“Un asesino, yo lo creo, está en sus genes”, afirmó Trump durante la entrevista, sugiriendo que la criminalidad está genéticamente determinada en ciertos migrantes. Además, Trump se hizo eco de un bulo que circula en redes sociales, alegando que migrantes haitianos en Ohio han estado robando mascotas para comérselas.
Estos comentarios han sido rápidamente condenados por la Casa Blanca. Karine Jean-Pierre, portavoz de la administración de Biden, no tardó en responder: «Es odioso, es repugnante, es inapropiado», afirmó sobre el lenguaje de Trump. «No tiene cabida en este país», añadió, refiriéndose tanto a las declaraciones sobre «malos genes» como al falso rumor sobre el robo de mascotas.
A medida que se acercan las elecciones, la retórica de Trump parece radicalizarse aún más, recordando a su campaña de 2016, donde la migración irregular también fue un tema central. En este ciclo electoral, promete una deportación masiva si vuelve a la Casa Blanca, apelando al miedo y la xenofobia para captar votantes.