Al amanecer de este sábado, la mayoría de los barrios de la capital cubana, de dos millones de habitantes, estaban sin servicio de electricidad.
La isla de Cuba amaneció a oscuras este sábado 19 de octubre, un día después de que una avería en la principal central termoeléctrica de la isla colapsara el sistema eléctrico, que las autoridades intentan reanimar a toda cosa.
El máximo responsable de la electricidad en el país, Lázaro Guerra, dijo en un programa televisivo de noticias que otra avería en la red eléctrica en el oeste de Cuba había obligado a los técnicos a comenzar de nueva la conexión de tres importantes centrales eléctricas, lo que paralizó temporalmente los avances.
«No puedo asegurarles de que podamos terminar de conectar el sistema hoy, pero estimamos que habrá avances importantes», afirmó.
En la noche del viernes, la Unión Eléctrica Nacional (UNE) indicó que había logrado alcanzar con «microsistemas» anexos un nivel mínimo de generación de energía eléctrica, que sería empleada para arrancar las termoeléctricas y las plantas flotantes en varias regiones del país.
Por su parte, el presidente Miguel Díaz-Canel, que asegura que Cuba atraviesa una «emergencia energética», realizó el viernes una reunión de supervisión en la que prometió que «no habrá descanso» hasta restablecer «totalmente el servicio» en la isla, de 10 millones de habitantes.
Régimen cubano culpa al embargo estadounidense
Más temprano, las autoridades del Ministerio de Energía y Minas habían anunciado que todo el país había quedado sin energía, tras la salida imprevista de la central termoeléctrica Antonio Guiteras, la principal de la isla y ubicada en la occidental provincia de Matanzas.
Al amanecer, la mayoría de los barrios de la capital cubana, de dos millones de habitantes, continuaban sin servicio de electricidad, informó la agencia de noticias AFP. Solo hoteles, hospitales y algunas casas particulares que cuentan con pequeñas plantas propias de generación tenían electricidad.
El jueves, Díaz-Canel aseguró que la crisis obedece a la dificultad para comprar el combustible que el sistema eléctrico de Cuba necesita debido al embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962.
Con información de DW