Más de 300 rescatistas respondieron al accidente, trabajando en condiciones extremadamente frías y con fuertes vientos, además de enfrentar la presencia de hielo en la zona.
Un avión de pasajeros de American Airlines, con 64 personas a bordo, chocó con un helicóptero militar Blackhawk la noche del miércoles durante la aproximación al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, en las cercanías de la capital estadounidense.
En una rueda de prensa, el jefe del Departamento de Bomberos y Servicios Médicos de Emergencia de Washington D.C., John A. Donnelly, informó que, hasta el momento, se han recuperado 27 cuerpos del avión siniestrado y uno del helicóptero.
Donnelly señaló que más de 300 rescatistas respondieron al accidente, trabajando en condiciones extremadamente frías y con fuertes vientos, además de enfrentar la presencia de hielo en la zona.
La colisión ocurrió alrededor de las 9 p.m. (hora del este), mientras el avión regional, que había despegado de Wichita, Kansas, intentaba aterrizar.
La Administración Federal de Aviación (FAA) suspendió todos los despegues y aterrizajes en el aeropuerto hasta al menos las 11 a.m. de este jueves, mientras los equipos de búsqueda y rescate trabajan en el área circundante del río Potomac, donde el avión se hundió. Los esfuerzos de rescate han sido complicados por las difíciles condiciones del agua, que tiene una profundidad de aproximadamente 2,4 metros y está turbia.
Entre los pasajeros que viajaban en el vuelo se encontraba un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares, quienes regresaban de un campamento de desarrollo tras el Campeonato Nacional de Patinaje Artístico de Estados Unidos. La organización de patinaje ha expresado su profundo pesar por la tragedia y se ha comprometido a brindar apoyo a las familias afectadas.
Las investigaciones preliminares indican que el helicóptero militar recibió instrucciones de pasar detrás del avión poco antes del accidente. Grabaciones de tráfico aéreo revelaron que el controlador preguntó al piloto del helicóptero si tenía el avión a la vista, a lo que el piloto respondió afirmativamente.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Transporte, Sean Duffy, han afirmado que están monitoreando la situación de cerca y que se ha iniciado una investigación sobre las circunstancias que llevaron a la colisión.