La CEV informó en un comunicado que el papa convocará en los próximos meses un consistorio de cardenales para establecer la fecha oficial de la canonización.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) celebró este martes la aprobación de la canonización del beato José Gregorio Hernández, un hecho que lo consagrará como el primer santo venezolano reconocido oficialmente por la Iglesia católica universal.
Este acontecimiento, calificado como «histórico» por las autoridades eclesiásticas, es el resultado de un largo proceso que comenzó poco después de su muerte en 1919 y que ha sido acompañado por la devoción de millones de fieles en Venezuela y el mundo.
«Este acontecimiento histórico, largamente esperado por el pueblo venezolano, es un reconocimiento a la vida ejemplar y a las virtudes heroicas de un hombre que dedicó su existencia a aliviar el sufrimiento humano y a transmitir un mensaje de amor y esperanza. La iglesia católica reconoce su vida de santidad, acompañada de una devoción universal, que hoy le permite ser elevada al altar», señala el texto.
Un proceso de décadas
Según la CEV, la causa de santidad de José Gregorio Hernández comenzó en 1949, bajo el arzobispado de monseñor Lucas Guillermo Castillo. En 1986, el papa Juan Pablo II lo declaró Venerable, reconociendo sus virtudes heroicas. En 2020, Francisco permitió un milagro atribuido a su intercesión, lo que permitió su beatificación en abril de 2021.
Finalmente, este 25 de febrero de 2025, el Vaticano confirmó el voto positivo para su canonización, marcando un momento culminante para la Iglesia venezolana.
Figuras como los cardenales Baltazar Enrique Porras Cardozo y Jorge Liberato Urosa Savino, junto a postuladores como la doctora Silvia Correale y monseñor Tulio Ramírez Padilla, han sido clave en este proceso. La canonización de José Gregorio Hernández no solo es un logro para la Iglesia, sino también un motivo de orgullo y celebración para todos los venezolanos.
Legado de amor y servicio
Nacido en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864, José Gregorio Hernández fue destacado como médico, científico y hombre de fe. Su dedicación a los más pobres y su compromiso con la atención médica gratuita lo convirtió en un símbolo de caridad y servicio.
Desde su muerte en 1919, su figura ha sido venerada por millas de fieles que le atribuyen milagros y lo consideran un intercesor ante Dios.
La Arquidiócesis de Caracas subrayó en su cuenta de Instagram que su canonización es un llamado a vivir la fe con alegría y compromiso, siguiendo el ejemplo de un laico cristiano que supo poner sus talentos al servicio de los demás.
Con información de elcooperante.com