El Inter en su séptima final desempatará entre triunfos y derrotas mientras que el PSG por segunda ocasión busca su primer trofeo.
La Champions League dará a conocer este sábado en Munich al sucesor del Real Madrid. Puede ser el Inter de Milan, que en su séptima final desempatará entre triunfos y derrotas, o el Paris Saint-Germain, que cinco años después de perder en Lisboa la única final que disputó ante el Bayern Munich acude al estadio del equipo alemán en busca de su primer trofeo.
Las apuestas pueden favorecer al PSG. Por juego, moral y estar en puertas de lograr un pleno inédito (por fin) de títulos, el equipo dirigido por Luis Enrique llega a la final de la Champions con la misma consideración que lo hizo en 2023 el Manchester City frente, ojo, al mismo Inter.
Había perdido anteriormente su primera final el equipo de Guardiola (en 2021 contra el Chelsea) y en la final de Estambul todos los pronósticos le favorecían.
Ganó, sí, el City (1-0) gracias a un solitario gol de Rodri tras un partido en el que mereció mejor suerte el equipo de Simone Inzaghi, situación que se repite ahora y que mantiene en guardia a un PSG desconfiado del clima de euforia contenida que se respira a su alrededor.
Será el sexto partido entre ambos equipos, pero el primero a nivel oficial en toda su historia. Nunca en el pasado jugaron en competición continental, ni en los viejos torneos ni en los modernos, por más que hayan coincidido durante los últimos años en la Champions.
De hecho, esta final es la cuarta (segunda en las tres últimas campañas) que enfrenta a dos equipos que no se han visto nunca las caras antes en un torneo oficial.
Sus encuentros se reducen a cinco amistosos, con ventaja (tres victorias a una) para el PSG. El primero fue el 30 de diciembre de 2014 (1-0 gol de Cabayé en Marruecos) y el último el uno de agosto de 2023 (2-1 para el Inter en Tokio).
Además de ese estreno general, será la tercera final inédita consecutiva y la undécima de las últimas quince disputadas… Y la primera desde 2004 (FC Porto-AS Monaco) en la que ningún finalista represente a Inglaterra, España o Alemania.
Para el PSG, siendo la segunda final de su historia, será la primera en que contará con el apoyo de sus hinchas, puesto que la de 2020 en Lisboa se jugó a puerta cerrada por la pandemia del covid.
De aquel equipo dirigido por Thomas Tuchel que cayó contra el Bayern de Hansi Flick (gol anotado por Coman, canterano del PSG) al que jugará el sábado en Munich solo permanecen dos futbolistas de los 14 que actuaron entonces: el capitán e innegociable Marquinhos y el hoy invisible Presnel Kimpembe (76 minutos divididos en cinco partidos oficiales, ninguno como titular).
Por parte del Inter, de los 15 protagonistas en la derrota de 2023 son seis los jugadores (los titulares André Onana, Marcelo Brozovic, y Edin Dzeko y los entonces suplentes Bellanova, Gosens y D’Ambrosio) que ya no permanecen en el equipo, que mantiene, con el mismo entrenador la columna vertebral de los últimos años.
El equipo de Luis Enrique tiene, además, alguna curiosidad que ‘juega’ a su favor: En Munich se proclamaron campeón por primera vez en su historia los cuatro equipos (Forest en 1979, Marsella en 1993, Dortmund en 1997 y Chelsea en 2012) que allí jugaron.
Y, también, es la segunda final de la historia entre un equipo francés y uno italiano: En la referida de 1993 el Olympique de Marsella ganó su primer (y único) título al AC Milan, que ya contaba con cuatro entorchados en su palmarés.
El Inter, con su cuarto título, puede conseguir el número 13 de la historia para clubes italianos, sumando a los siete del Milan y los dos de la Juventus, mientras que en caso de victoria del PSG sería como se apunta el segundo entorchado para Francia, cuyos clubs perdieron seis de las siete finales disputadas: Stade Reims en 1956 y 1959, Saint-Étienne en 1976, Olympique Marsella en 1991, Monaco en 2004 y PSG en 2020.
Con información de espndeportes.com