Gracias a la maquinaria con que cuenta Acción Democrática, el Régimen no pudo arrebatarle a la Unidad las gobernaciones de Mérida, Táchira, Anzoátegui, Nueva Esparta y el Zulia.
Hay que rescatar la Unidad desde las bases para derrotar al Régimen en el escenario civil y democrático en el que nos hemos formado. Caer en la tentación de dividirnos solo por infantilismo político es muy costoso para las fuerzas democráticas y progresistas y para todo el pueblo que sufre la crisis económica, social y política del país.
Atacar por mampuesto a Acción Democrática (AD) y a Henry Ramos Allup es algo que repudio. No tiene sentido hacerlo si queremos crear un eficaz frente de acciones coincidentes en diferentes terrenos internacionales, nacionales y sociales para salir del Régimen de Nicolás Maduro.
AD fue claro en su posición de desconocimiento de una espuria ANC y en consecuencia se desmarcó de la decisión personal de los gobernadores que fueron a juramentarse ante la ANC, después de explorar diversos modos para hacerlo que no fueron aceptados por dicho cuerpo ilegítimo y de realizar las consultas regionales respectivas.
Dicho evento estuvo caracterizado por la coacción y la prepotencia, y pese a eso y a la crítica que se ha generado por la juramentación, no se puede desconocer como hecho histórico que los candidatos ganaron en sus estados, con las vicisitudes que tuvieron y diversos organismos ganaron las elecciones frente al fraude que hubo.
Ganar en un sistema fraudulento electoral no es cosa fácil y los gobernadores de Mérida, Táchira, Anzoátegui, Nueva Esparta y Zulia le ganaron al fraude justamente por representar la Unidad como amalgama esencial de la acción política electoral y por haberse creado una maquinaria popular que enfrentó la contingencia de la migración de electores y centros de votación con disciplina y organización. Doy fe de esto en Mérida porque fui el Jefe del Comando de Campaña del hoy gobernador Ramón Guevara.
La lucha desde las gobernaciones ganadas no es fácil, porque los gobernadores están comprometidos con la exigencia del cambio de Régimen y de modelo económico. No hay vuelta atrás. Y al mismo tiempo tienen una gran responsabilidad: trabajar en función de sus pueblos. Luchar por la libertad y la democracia plena; luchar contra el colonialismo cubano y por los derechos sociales, económicos, culturales, civiles, políticos y por la paz de sus pueblos.
Ya ha pasado una semana de las elecciones de gobernadores y el deterioro económico, así como social, siguen agudizándose. «Es completamente falso que la guerra económica se ha profundizado como dice el ministro de la defensa. Simplemente, no hay ni política ni estrategia para mejorar la calidad de vida del venezolano y han fracasado con este modelo generador de pobreza, desnutrición y más desabastecimiento».