Jesús Israel Fernández: «Ya entramos en la etapa de una economía de guerra»

Jesús Israel Fernández Granados, exasesor de la comisión de Economía y agricultura del extinto Congreso Nacional de Venezuela y actual Coordinador Nacional de organización y estrategia del frente Amplio Social de Venezuela, considera que ya nos encontramos en la etapa de una economía de guerra y que Venezuela se encuentra a las puertas de una «desobediencia civil generalizada que he conceptualizado como Eclosión social».

Por ALFREDO CONDE

Jesus Israel Fernández Granados, exasesor de la comisión de Economía y agricultura del extinto
Congreso Nacional de Venezuela y actual Coordinador Nacional de organización y estrategia del frente Amplio Social de Venezuela (FAS), es de los que creen que a los gobiernos no los tumban, sino que se caen solos. En entrevista exclusiva para Zeta, ofrece su radiografía de la situación país y de los roles que hoy juegan el régimen de Nicolás Maduro y la oposición venezolana.

-¿Para usted qué es el gobierno de Nicolás Maduro: dictadura de qué corte, socialismo del siglo XXI, fascismo, etc.?                                               

-El gobierno de Maduro tiene esas y otras expresiones a partir del desarrollo de la crisis que ha colapsado a los diferentes sectores que conforman la estructura del Estado. El militarismo en democracia que ha imperado desde el año 2000, actualmente actúa a discreción para expresarse como un gobierno dictatorial, de allí que vemos jueces y fiscales militares que intervienen imputando civiles y es esa una característica de un régimen de fuerza que está sostenido por oficiales activos y en retiro que ejercen funciones de gobierno.  Podemos afirmar que un gobierno al estar sostenido por el sector militar, no se puede caracterizar de otra manera. Lo que  sí es, es un modelo de socialismo del siglo XXI que no lograron imponer desde su enfoque teórico y menos en la praxis social, el populismo exacerbado deformó «El Plan de la Patria» como guía del proyecto político. Lo peor de este régimen son sus rasgos facistoides, que se expresan en la ANConstituyente, que evidencia que el gobierno u/o régimen ha adoptado una forma de concentrar todos los poderes en un parlamento situándolo por encima de la Constitución y las leyes de la Republica y  que es dirigido desde el palacio de Miraflores.

-Para nadie es un misterio la grave crisis humanitaria que viven los venezolanos. ¿Por qué el régimen de Maduro se niega a reconocer esa realidad?

-El régimen de Maduro no reconoce la gravedad del país ante los venezolanos por ser ésta una política de Estado y no por desconocimiento. El pequeño grupo que maneja el gobierno y que dirige el aparato y los resortes del poder está muy bien informado, conocen el diagnóstico y la dificultad para mantener una gobernabilidad estable y lo más significativo es que todos los venezolanos sabemos y tenemos la sensación que el régimen no da para más.

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-¿Cómo aprecia el papel que hoy juega la Asamblea Nacional electa por el pueblo?

-Aquí arrancamos desde el 6D 2015, la AN tenía una ruta antes de ir a elecciones, los que anticipamos que se ganaría con mayoría calificada opinamos que la AN debía concentrarse en cuatro puntos: Constituyente Originaria, Referéndum Revocatorio, Enmienda o una Reforma Constitucional los cuales fueron omitidos ante los proyectos personales de los lideres con aspiraciones presidenciales, dedicándose estos a sus maquinarias partidistas a promocionar sus nombres en el momento en que el gobierno estaba de «salida» por su gran crisis financiera. En el 2016 no sólo se pierde la oportunidad de crear las condiciones de «La Salida» del régimen, sino que frustraron a la sociedad opositora por la falta de coherencia, unidad y fuerza política para imponer el Referéndum Revocatorio y Elecciones Regionales; así Maduro «atravesó la laguna llena de caimanes sin mojarse».

– 2017 está llegando a la navidad con una AN que no tiene poder para legislar, supervisar y controlar el gobierno. El régimen políticamente ha anulado a la AN.

-¿El gobierno de Maduro se ha hecho más fuerte por los errores de la oposición o es más débil, por la sólida posición internacional frente a la recurrente violación de los derechos humanos?

-No hace falta recurrir a la entropía o al método dialéctico para entender que el régimen se ha fortalecido por los errores de la oposición. La Historia no perdona los errores premeditados. Internacionalmente los organismos unilaterales la OEA, la ONU, la UE han actuado y continuarán ejerciendo presión a todos los niveles. Su diagnóstico al régimen lo catalogan como una dictadura fuera del carril democrático que ha violado los DD.HH. apreciando la existencia de crímenes de lesa humanidad y ruptura del orden constitucional. Internacionalmente, el gobierno luce debilitado, acorralado y sin respuestas objetivas para crear las bases de una «Salida Negociada».

-Muchos dudan que en Venezuela exista una oposición en todo el sentido de la palabra. ¿A su criterio prevalece el interés personal de muchos dirigentes?

– Es contradictorio que las organizaciones políticas más importantes del país que participaron en el sufragio regional a las gobernaciones no participasen en elecciones municipales y solicitasen al régimen elecciones presidenciales, con un CNE imparcial con supervisión internacional, prevaleciendo el criterio personal de los líderes y sus proyectos, colocándose en contra de la voluntad de la mayoría de los ciudadanos. Los sondeos de opinión arrojan resultados de como la sociedad venezolana les está pasando una factura pasiva a los nombres de futuros candidatos. Basta ver la última encuesta de Venebarómetro.

-¿Frente a este panorama qué puede hacer el ciudadano de a pie, aquel que siente como aprieta más la soga en el cuello por la inflación, falta de alimentos, medicinas, la crisis del transporte y de los servicios públicos, etc.?

– El régimen actúa como si hubiese culminado su etapa de sometimiento y dominación de la sociedad venezolana, equivocadamente cree que el pueblo llano, los ciudadanos de a pie carecen de facultades de respuesta a la gran crisis del país; al contrario, los ciudadanos en su extenuación personal por las consecuencias inflacionarias, la gravedad del déficit de medicinas y alimentos, pueden actuar y crear condiciones no deseables: una desobediencia civil generalizada que he conceptualizado como eclosión social. La crisis humanitaria tiene al régimen y a la oposición negociadora en una encrucijada y deben definir qué es lo primero: elecciones o atender La Crisis antes de que sea demasiado tarde.

-¿Considera cierto aquello de que los gobiernos no los tumban sino que se caen solos? ¿En qué nivel está el de Maduro? ¿Qué margen de maniobra tiene en el plano económico?

– En términos clásicos, si se toman en cuenta los índices sociales y económicos, este régimen no está para tumbarlo, este gobierno está para recogerlo y el único margen de maniobra que les queda es asociarse aún más con los sectores complacientes de la oposición, para intentar resolver su capacidad financiera y aunque sea a medias reactivar el aparato productivo. El próximo año con una inflación aproximada al 2000%, el nivel de maniobra en el plano económico es casi nulo, quedando la opción de aplicar una economía de guerra la cual el gobierno ha iniciado disimuladamente.

-¿Un país en ruinas como Venezuela, puede recuperarse en cuánto tiempo?

– La recuperación del país depende del líder que dirija el país después de esta hecatombe. El diagnóstico del sector Agro-Alimentario exige un plan de emergencia de 24 a 36 meses para lograr un 75% de la producción que requiere la demanda interna del país, podemos afirmar que entre el tercer y cuarto ciclo de siembra, las empresas e industrias transformadoras de materia prima estarían listas para atender esa oferta y cubrir la demanda interna. El sector Salud por su complejidad demanda 3 años de emergencia y 7 para su estabilización. La industria petrolera precisa no menos de 3 a 5 años de emergencia para restablecer la industria e iniciar a corto plazo los programas de exploración, producción y refinación con organización en los niveles gerenciales, con el objetivo de aumentar la producción para cumplir cuota OPEP y convertir la industria petrolera en un negocio rentable. En síntesis, esta ruina inducida es factible de recuperar con un plan de emergencia estructural y funcional, programa de estabilización macro económica para el proyecto país.

-Si lo dividimos en escenarios, ¿cuáles serían los que se presentan en el caso venezolano?

– Estamos en presencia de un gobierno que no reconoce la existencia de un Estado inviable. De un Estado fallido en términos Constitucionales y Jurídicos y f orajido en su perspectiva de mantener la violencia como Política de Estado. El régimen puede prepararse para su despedida, continuar implantando su fracasado modelo económico o acordar con la oposición su salida, la cual dependerá de la aceptación del sector opositor, de un outsider que constituya la Unidad legitima de los políticos, los ciudadanos, los sectores productivos, para formalizar un verdadero Gobierno de Transición.

Twitter: @Alconde