Por Pete Romero
El Senado de EEUU aprobó por unanimidad revocar a Rusia el estatus que le da beneficios comerciales y prohibir la compra de energía a Rusia. Dichas medidas habían sido anunciadas en marzo por el presidente Joe Biden con el fin de asfixiar la economía rusa luego de la invasión de las tropas de Putin a Ucrania. La medida logró una votación de 100 votos contra cero.
Las iniciativas contaban con amplio apoyo bipartidista -aunque el legislador republicano Rand Paul había pedido un cambio técnico en una definición contenida en la ley-, especialmente cuando el repliegue de las tropas rusas de localidades cercanas a Kyiv ha mostrado que han cometido una verdadera carnicería.
Ambas medidas había sido aprobadas por 420 votos frente a 3 en contra en la Cámara de Representantes en días atrás, lo que da una idea de la unanimidad que ha generado en el legislativo la respuesta a Rusia por la agresión contra Ucrania que empezó con la invasión el 24 de febrero pasado.
Los tres representantes que votaron en contra fueron Marjorie Taylor Greene (Partido Republicano – Georgia), Matt Gaetz (Partido Republicano – Florida) y Thomas Massie (Partido Republicano – Kentucky).
Una de las dos sanciones aprobadas en el Capitolio se enfoca en la designación ‘relaciones comerciales permanentes y normales’ -que se conoce también por su sigla en inglés PNTR- el símil que se le da en Estados Unidos al estatus de ‘nación más favorecida’ dentro de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y bajo el cual un país miembro no puede discriminar a otro.
“No tomamos estos pasos a la ligera, pero la agresión de Rusia requiere este enfoque”, dijo el representante Kevin Brady (Partido Republicano-Texas). “Rusia ya no disfrutará del mismo estatus comercial especial con Estados Unidos que el país que está invadiendo”.
La ley ordena de igual manera a los funcionarios estadounidenses buscar los medios para expulsar a Rusia de la Organización Mundial del Comercio y reautoriza las sanciones de derechos humanos que se ha utilizado contra miembros del círculo íntimo de Putin, después del reclamo de algunos conservadores.
Las medidas aprobadas significan que Washington podrá subir sus aranceles y barreras comerciales a Moscú. Y, el objetivo, según dijo Biden al anunciarla por primera vez en marzo, es «aplastar» la economía rusa asestando un golpe a importaciones de bienes emblemáticos para el país, desde los mariscos hasta la vodka y los diamantes.
La otra sanción aprobada va contra las importaciones de petróleo, gas y productos derivados de Rusia, algo que de acuerdo con Biden también buscar cortar una «arteria» económica de Rusia aunque esas ventas representan un porcentaje pequeño del consumo energético en Estados Unidos.
Sin embargo el impacto de esta medida sería más efectivo si una decisión como esa sale de la Unión Europea, donde el 40% del consumo de gas que se consume se compra a Moscú. Por el momento, el bloque se ha limitado a anunciar un plan para recortar en dos terceras partes sus compras gasíferas a Rusia para fines de este año.