Contraofensiva ucraniana

A un año de la guerra en Ucrania negociaciones de paz están cada vez más lejos

Ucrania informó que prepara una nueva contraofensiva mientras que ya están llegando más tanques para repeler a los rusos.

Por José Piñeiro

Ucrania prometió el viernes lograr la victoria contra Rusia «este año» y aseguró que prepara una nueva contraofensiva, cuando se cumplió el primer aniversario del conflicto, que coincidió con la llegada de los primeros tanques pesados occidentales a territorio ucraniano.
Doce meses después del inicio de la invasión, se multiplican las muestras internacionales de apoyo a Kyiv y de firmeza contra Moscú. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, anunció en Kyiv que ya habían llegado a Ucrania cuatro tanques pesados alemanes Leopard 2 y prometió el envío «muy pronto» de 60 tanques polacos PT-91.
Estados Unidos anunció el viernes nuevas sanciones a Rusia, a sectores como la banca y la industria de defensa, para limitar el acceso de Moscú a tecnología estratégica como los semiconductores. «Hemos resistido. No hemos sido derrotados. Y haremos todo lo necesario para lograr la victoria este año», afirmó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un mensaje difundido en redes sociales.
«Ucrania ha inspirado al mundo. Ucrania ha unido al mundo«, agregó, calificando a las ciudades escenario de presuntos crímenes de guerra rusos, como Bucha, Irpin y Mariúpol, de «capitales de la invencibilidad».

Con la misma determinación, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, prometió una contraofensiva: «Atacaremos con más fuerza y desde mayores distancias, en el aire, en la tierra, en el mar y en el ciberespacio. Habrá nuestra contraofensiva. Estamos trabajando duro para prepararla».
Las tropas rusas entraron en Ucrania el 24 de febrero de 2022. Actualmente numerosas ciudades ucranianas están en ruinas, una parte del país vive bajo ocupación rusa y el balance de muertos y heridos en cada bando supera los 150.000, según estimaciones occidentales.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aseguró el viernes en un comunicado que está «decidida a apoyar a Ucrania», llamando al gobierno ruso a poner fin inmediatamente a su «guerra ilegal» y exigiendo que las autoridades de Moscú respondan por sus «crímenes de guerra».

El gobierno sueco dijo que enviará 10 tanques Leopard 2, de fabricación alemana, después de que su vecina Finlandia anunciara el envío de tres de estos carros pesados. En París, la Torre Eiffel se iluminó con los colores amarillo y azul de la bandera ucraniana. En Londres, se llevó a cabo un minuto de silencio frente a la embajada rusa en presencia de diputados y diplomáticos.

En Alemania, donde pusieron como señal de protesta un tanque ruso destruido frente a la embajada de Rusia en Berlín, el jefe de gobierno, Olaf Scholz, dijo en un video que Putin «no alcanzará sus objetivos imperialistas».

La Asamblea General de la ONU aprobó el jueves por 141 votos a favor, 7 en contra y 32 abstenciones una resolución que exige que Rusia «retire de inmediato, por completo y sin condiciones todas sus fuerzas militares» de Ucrania.

China, que ha tratado de posicionarse como parte neutral en el conflicto mientras mantenía estrechos vínculos con Rusia, presentó el jueves una propuesta de doce puntos para una «solución política» al conflicto en la que urge al diálogo, advierte contra el uso de armas nucleares e insta a no atacar a civiles.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, mostró su escepticismo ante ese plan. «China no tiene mucha credibilidad porque no ha sido capaz de condenar la invasión ilegal de Ucrania. Y además, firmó días antes de la invasión un acuerdo (…) de asociación ilimitada con Rusia», recordó a los periodistas en Tallin.

«No es un plan de paz, es un documento de posicionamiento, en el que China ha juntado todas sus posiciones expresadas desde el inicio» de la invasión rusa, afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.

Los servicios de información ucranianos señalaron el riesgo de «provocaciones a gran escala» por parte de Rusia durante la jornada, incluyendo campañas de bombardeos. Los ucranianos admiten su cansancio tras un año al ritmo de alertas antiaéreas y privados con frecuencia de electricidad y agua por los bombardeos, pero confían en un desenlace favorable del conflicto.