Durante la audiencia general, el sumo pontífice recordó la labor altruista del «médico de los pobres» de Venezuela
Este miércoles, el Papa Francisco tomó un momento para invitar a los cristianos de todo el mundo a «ensuciarse las manos» y «construir la paz» en la sociedad actual, tomando como referente la figura del beato venezolano, José Gregorio Hernández Cisneros, conocido popularmente como «el médico de los pobres». Durante su catequesis, el pontífice evocó la vida y obra de Hernández Cisneros, quien dedicó su vida a «socorrer a los necesitados».
En su mensaje, pronunciado ante miles de fieles en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco señaló que el beato «nos estimula en el compromiso delante de las grandes cuestiones sociales, económicas y políticas de hoy». Además, enfatizó que el verdadero llamado del cristiano es promover el bien, la paz y la justicia en verdad, evitando caer en chismorreos y críticas destructivas.
Citando las enseñanzas del Evangelio, el líder de la Iglesia Católica afirmó que trabajar por la paz es una forma de «celo apostólico» y «bienaventuranza cristiana». A través de esta actitud, señaló, se puede llevar a cabo el «anuncio del Evangelio».
La catequesis de Francisco se centró profundamente en la figura del beato venezolano, recorriendo su historia desde su nacimiento en 1864, y destacando la influencia significativa que su madre tuvo en su educación religiosa. «A la riqueza del dinero prefirió la del Evangelio, gastando su existencia para socorrer a los necesitados», comentó Francisco, destacando que Hernández Cisneros encontraba la imagen de Jesús en «los pobres, en los enfermos, en los migrantes, en los que sufren».
A pesar de los desafíos que enfrentó, incluyendo problemas de salud que le impidieron convertirse en sacerdote, José Gregorio nunca se detuvo en su camino altruista. En lugar de ello, canalizó su compasión y empatía a través de su labor como médico, un camino que, según el Papa, lo llevó a ver su profesión médica «como un sacerdocio».
Francisco recordó la trágica muerte de Hernández Cisneros, quien fue atropellado por un vehículo en Caracas mientras llevaba medicamentos a un paciente. «Su camino terreno concluye así, en una calle mientras realiza una obra de misericordia, y en un hospital, donde había hecho de su trabajo una obra maestra de bien», dijo el Papa, subrayando que hasta su último momento, el beato venezolano se dedicó a servir a los demás.
Con su mensaje, el Papa Francisco busca inspirar a los cristianos a seguir el ejemplo de dedicación y servicio altruista que caracterizó la vida de José Gregorio Hernández Cisneros, fomentando así una actitud proactiva y compasiva ante los retos contemporáneos de la sociedad.