Naim Qassem, el número dos del grupo chií Hezbollah, advierte sobre la preparación de sus miembros para intervenir en el conflicto entre Israel y Hamás.
En medio de la guerra que se está intensificando día a día entre Israel y Hamás en Gaza, Hezbollah, el poderoso grupo chií libanés, se asoma en el horizonte como una posible tercera parte en el conflicto. Naim Qassem, el segundo al mando del grupo, ha declarado que sus miembros están «completamente preparados» para intervenir, una afirmación que añade una nueva capa de complejidad a una situación ya profundamente volátil.
«Hezbollah conoce exactamente sus deberes, estamos completamente preparados y dispuestos, y seguimos (los desarrollos) momento a momento», afirmó Qassem durante un acto en los suburbios de Beirut. Aunque se han realizado peticiones internacionales para que el grupo se abstenga de intervenir, Qassem ha dejado claro que Hezbollah actuará según su propio juicio y calendario.
Esta advertencia llega en un momento de creciente violencia y devastación, con Israel y las milicias de Gaza intercambiando ataques mortales. La posibilidad de la intervención de Hezbollah podría alterar significativamente el curso del conflicto y las dinámicas de poder en la región.
«Estamos vigilando los pasos del enemigo, estamos completamente preparados y cuando llegue el momento adecuado para realizar cualquier acto, vamos a realizarlo», continuó Qassem, dejando en claro que la decisión de Hezbollah de entrar en la lucha se basará en su evaluación de los acontecimientos en tiempo real.
Hasta ahora, Hezbollah ha lanzado varios misiles desde el sur del Líbano hacia Israel y ha sufrido bajas en acciones de represalia israelíes. Aunque sus acciones han sido limitadas, la posibilidad de una intervención más amplia permanece latente, especialmente si Israel intensifica sus operaciones en Gaza o logra eliminar a la cúpula del movimiento islamista Hamás.
El máximo líder de Hezbollah, Hasán Nasrala, ha permanecido en silencio desde el inicio del conflicto, aumentando la especulación y la incertidumbre sobre los próximos pasos del grupo. Mientras el mundo observa con creciente ansiedad, la sombra de Hezbollah se cierne sobre un conflicto que amenaza con expandirse más allá de sus límites actuales, con consecuencias imprevisibles para la región y más allá.