La administración Biden expresa por primera vez su apoyo público para una Autoridad Palestina revitalizada en Gaza post-conflicto con Hamás.
En una aparición este martes ante el Comité de Asignaciones del Senado, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, expresó su deseo de que una Autoridad Nacional Palestina «revitalizada» retome el control de Gaza, suponiendo que Israel logre su objetivo de derrocar a Hamás. Esta declaración marca la primera vez que la administración Biden ha articulado públicamente su apoyo para un retorno de la Autoridad Palestina a Gaza, tras haber discutido el tema en privado con socios regionales desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás.
En el último escrutinio electoral llevado a cabo en Gaza en 2006, Hamás ganó la mayoría de los votos, lo que resultó en la expulsión de la Autoridad Palestina en 2007. Blinken enfatizó la importancia de una Autoridad Palestina eficiente y revitalizada para asumir la responsabilidad gubernamental y de seguridad en Gaza. Sin embargo, expresó dudas sobre la posibilidad de lograr tal transición en una sola fase, sugiriendo acuerdos temporales que podrían involucrar a otros países de la región o a organismos internacionales para garantizar la seguridad y el gobierno en el enclave.
Esta postura de Blinken refleja un rechazo a volver al status quo anterior con Hamás en control de Gaza, pero también evita avalar que Israel tome el control de la región. Según Blinken, es esencial un cambio que asegure la estabilidad, la seguridad y una buena gobernanza en el territorio de Gaza.
En una sesión relacionada del Congreso, tanto Blinken como el Secretario de Defensa, Lloyd Austin, abogaron por una ayuda inmediata para Israel y Ucrania, en un momento en que la propuesta gubernamental de proporcionar 105.000 millones de dólares en ayuda enfrenta resistencia en la legislatura dividida. La administración Biden ha solicitado fondos sustanciales, incluyendo 14.300 millones de dólares para Israel y 61.400 millones para Ucrania, entre otros, para abordar las crisis humanitarias y de seguridad en varias regiones.
Blinken y Austin subrayaron que un fuerte apoyo a la ayuda extranjera enviaría un mensaje claro a los adversarios sobre la resolución de Estados Unidos, enfatizando que la falta de liderazgo solo incrementaría los costos y amenazas para el país.
La sesión fue interrumpida varias veces por manifestantes que exigían el fin de los bombardeos en Gaza, lo que resalta la tensión y la polarización existente en torno a la política exterior de EE. UU.
La discusión sobre la ayuda y el apoyo en el Congreso continúa siendo un tema divisivo, y las estrategias divergentes entre las dos cámaras auguran más desafíos mientras Estados Unidos busca navegar las ramificaciones geopolíticas de los conflictos en curso en Israel, Gaza y Ucrania.