Aumenta la presión política sobre el presidente Joe Biden mientras su hijo Hunter enfrenta acusaciones de evasión fiscal.
Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrenta a un momento crítico tras declararse «no culpable» de evasión fiscal ante una corte federal en Los Ángeles. Este jueves 11 de enero, Hunter, de 53 años y recuperado de una adicción pasada a las drogas, se convierte en el centro de un vendaval político que sacude las aspiraciones reeleccionistas de su padre contra Donald Trump.
Los cargos y la declaración:
Hunter Biden, acusado de nueve cargos relacionados con crímenes fiscales, enfrenta alegatos de haber malversado fondos destinados al gobierno para mantener un «estilo de vida extravagante». Según el documento de acusación, entre 2016 y octubre de 2020, gastó en drogas, damas de compañía, lujos y otros gastos personales, excluyendo sus impuestos.
Durante su comparecencia, que atrajo la atención de numerosos periodistas, el juez del distrito Mark C. Scarsi le recordó la gravedad de los cargos. A lo que Hunter respondió firmemente: «No culpable». Mientras tanto, su abogado, Abbe Lowell, argumentó que los cargos presentados son un producto del apellido Biden.
Repercusiones políticas:
El caso de Hunter se ha convertido en un arma política para los republicanos, quienes lo han tildado de «piñata» y lo usan para lanzar acusaciones, sin pruebas, contra la «Familia Criminal Biden». Además, han iniciado investigaciones para impugnar al presidente Biden, alegando beneficios indebidos por las negociaciones internacionales de su hijo.
La primera dama, Jill Biden, expresó su descontento con estos ataques, destacando la reconstrucción de la vida de Hunter tras su lucha contra la adicción. «Esto está hiriendo a mis nietos», dijo Jill Biden en una entrevista con «Morning Joe» de MSNBC, mostrando la dimensión personal y familiar del caso.
Expectativas del juicio:
Hunter Biden, si es hallado culpable, enfrenta hasta 17 años de prisión por los nueve delitos imputados. La próxima audiencia está programada para el 27 de marzo, con el juicio comenzando el 20 de junio. El caso no solo representa una lucha legal para Hunter sino también un desafío político para la administración Biden en un año clave electoralmente.