Las declaraciones del presidente brasileño, comparando la ofensiva israelí en Gaza con el Holocausto, generan fuerte rechazo de Israel y agudizan las tensiones diplomáticas.
La reciente declaración del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, en la que comparó la ofensiva israelí en la Franja de Gaza con el Holocausto, ha provocado una respuesta contundente por parte de Israel, elevando las tensiones diplomáticas a un nivel sin precedentes.
En un acto simbólico y de fuerte condena, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, declaró a Lula «persona non grata», marcando un hito en las relaciones entre Brasil e Israel.
Durante su participación en la 37ª Cumbre de la Unión Africana en Etiopía, Lula criticó duramente la actuación de Israel en Gaza desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, tras ataques de Hamás que resultaron en la muerte de 1.200 personas y el secuestro de otras 250.
«Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza no es una guerra, es un genocidio», afirmó Lula, estableciendo un paralelo histórico controvertido al referirse a las acciones de Hitler durante el Holocausto.
Las declaraciones del presidente brasileño han encontrado un rechazo unánime en el gobierno israelí.
Katz, en una acción de repudio, convocó al embajador de Brasil en Israel al Museo del Holocausto, enfatizando la gravedad de comparar las políticas defensivas de Israel con los actos de los nazis.
Netanyahu, por su parte, calificó las palabras de Lula como «vergonzosas y graves», acusándolo de trivializar el Holocausto y cuestionar el derecho de Israel a defenderse.
Esta confrontación diplomática resalta la delicadeza de las referencias históricas en el contexto de conflictos actuales y subraya la complejidad de las relaciones internacionales. El uso de comparaciones con el Holocausto para criticar acciones militares es especialmente sensible para Israel, que considera tales comparaciones como una línea roja que no debe cruzarse.
La reacción de Israel no solo se dirige a preservar la memoria del Holocausto sino también a reafirmar su derecho a la defensa frente a ataques. En este contexto, las declaraciones de Lula, quien actualmente ocupa la presidencia rotatoria del G20 y es una figura prominente entre los países del sur global, adquieren una dimensión significativa en el ámbito internacional.
Las entidades israelitas en Brasil también se han unido a la condena, reflejando la profundidad del descontento generado por las declaraciones de Lula.