El presidente de EE.UU. urge al primer ministro israelí a alcanzar un acuerdo con Hamás, en un contexto de tensas negociaciones que han sido pospuestas indefinidamente.
En un intento por frenar la escalada del conflicto en Gaza, el presidente estadounidense Joe Biden intensificó la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, durante una llamada telefónica este miércoles (21.08.2024), instándole a alcanzar un acuerdo de alto el fuego con el grupo terrorista Hamás.
La Casa Blanca informó que Biden subrayó la urgencia de cerrar el acuerdo, así como de liberar a los rehenes retenidos por Hamás, y discutió las próximas negociaciones en El Cairo, cuyo objetivo es superar los obstáculos restantes para una tregua.
“El presidente recalcó la urgencia de cerrar el acuerdo de alto el fuego y de liberación de rehenes,” señaló el comunicado de la Casa Blanca, reiterando la importancia de las conversaciones en El Cairo para resolver cualquier diferencia que aún impida la paz. En la misma llamada, ambos líderes abordaron también los esfuerzos de Estados Unidos para defender a Israel frente a las amenazas provenientes de Irán y de sus grupos aliados, como Hamás, Hezbolá y los hutíes, respaldados por actuales despliegues militares defensivos de EE.UU. en la región.
No obstante, las esperanzas de un avance inmediato en las negociaciones se vieron frustradas cuando se anunció que la ronda de conversaciones en El Cairo, prevista para este miércoles, fue pospuesta «hasta nuevo aviso». Según una fuente cercana a las negociaciones de paz, las delegaciones mediadoras de Egipto, Catar y Estados Unidos tomaron la decisión en medio de la creciente tensión, debido a nuevas exigencias de Israel que Hamás ha rechazado.
Este retraso llega en un momento crítico, justo cuando el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, concluyó su novena visita a Oriente Medio, que incluyó paradas en Israel, Egipto y Catar. Blinken había intentado presionar a Hamás para que aceptara la propuesta de los mediadores, lanzada la semana pasada en Doha. Sin embargo, las negociaciones han llegado a un punto muerto, con Israel y Hamás manteniendo posiciones irreconciliables a pesar de los esfuerzos de las partes mediadoras por cerrar las brechas.