El excanciller de Brasil y asesor de Lula da Silva sugiere que una nueva elección podría ser la clave para resolver la crisis política en Venezuela.
El excanciller brasileño y actual asesor del presidente Lula da Silva, Celso Amorim, ha puesto sobre la mesa una propuesta que podría ser clave para desatar el nudo gordiano de la crisis política en Venezuela: la convocatoria de nuevas elecciones antes del 10 de enero de 2025. Esta fecha es significativa, ya que corresponde al inicio del nuevo mandato presidencial en el país sudamericano, y Amorim espera que para entonces se haya encontrado una solución aceptable para ambas partes en conflicto.
En una entrevista con el diario El País, Amorim expresó su preocupación por la falta de una resolución clara en el impasse político actual. “Enero está muy lejos y nuestra esperanza es que podamos encontrar un camino aceptable para ambos, aunque no sea quizá la solución definitiva,” comentó, subrayando la complejidad de la situación.
Amorim dejó claro que Brasil no puede reconocer la victoria de Nicolás Maduro sin un acceso transparente a las actas electorales, pero tampoco está en posición de respaldar la alegada victoria de la oposición sin reservas. «Por mucho que sean copia de las actas oficiales. Es un verdadero impasse,» añadió, dejando entrever que cualquier reconocimiento unilateral podría sentar un precedente peligroso en la región.
La solución propuesta por Amorim, la celebración de nuevas elecciones, ha sido recibida con rechazo tanto por el régimen de Maduro como por la oposición. Aun así, el excanciller sostiene que, a pesar de la falta de una “salida mágica,” es esencial mantener abierta la posibilidad de diálogo. “Sabemos que es difícil, pero es el espíritu del acuerdo de Barbados. Ahora, cuando las partes ni siquiera se hablan entre sí, es mucho más difícil. Nuestro trabajo es seguir trabajando en conjunto con otros, especialmente con Colombia y México,» dijo, destacando la necesidad de colaboración regional para abordar la crisis.
Amorim insiste en que unas nuevas elecciones, planteadas como una especie de segunda vuelta, podrían ser la oportunidad para restaurar un mínimo de entendimiento nacional en Venezuela. «Si ambos dicen que ganaron con holgura, no deberían temer. Pero eso debería ser parte de un paquete que incluyera el respeto al perdedor en un sentido más amplio, amnistía, pero también el derecho a estar políticamente organizado y con capacidad de participar,” explicó.