CHUCHO

Chucho Valdés presenta «Mozart a La Cubana», una fusión animada de música clásica y ritmos afrocubanos

El legendario pianista cubano reinventa a Mozart con un toque afrocubano en una animación stop motion que visualiza una Cuba libre y moderna.

El icónico pianista y compositor cubano Chucho Valdés continúa desafiando los límites de la música y la cultura con su más reciente creación, «Mozart a La Cubana». Este innovador proyecto es un tributo a la música clásica y los ritmos afrocubanos, mezclados en una animación stop motion que representa una Cuba futura, libre y moderna.

La obra, llevada a cabo por InnerCat Films y dirigida por Francisco Piñero y Stefano Bertelli, ha sido aclamada por su mezcla visual y sonora, y fue galardonada con el premio a Mejor Video elegido por la audiencia en el FilmGate Music Video Festival 2024 en Miami.

Un tributo a Mozart con sabor cubano

Con más de cinco décadas de carrera y múltiples premios Grammy y Grammy Latinos en su haber, Chucho Valdés es una figura legendaria del jazz latino. En «Mozart a La Cubana», el maestro cubano reinventa las composiciones de Wolfgang Amadeus Mozart con una fusión distintiva de jazz, música clásica y ritmos afrocubanos, logrando una obra maestra musical y visual.

El video, una animación en stop motion, presenta una visión de Cuba en el futuro: una nación moderna, libre y llena de esperanza. La técnica artesanal utilizada por los directores Francisco Piñero y Stefano Bertelli combina maquetas hechas de papel y cartón, capturando la esencia de la isla y su cultura, y destacando la calidez que solo el stop motion puede ofrecer.

Un proyecto lleno de significado

Las productoras Adriana González y Ana González colaboraron con InnerCat Films para crear un ambiente de trabajo creativo que permitió dar vida a este ambicioso proyecto. Cada miembro del Royal Quartet de Chucho Valdés está representado de manera individual en la animación, lo que añade una capa personal y emotiva a la narrativa visual.

La animación no solo rinde homenaje a la música, sino que también transmite un mensaje de libertad cultural. En palabras de Francisco Piñero, la intención fue “destacar cómo se vería Cuba en un futuro, moderna, pero sin perder su esencia”. Este proyecto no solo es un tributo a la genialidad de Mozart, sino también a la esperanza de un futuro brillante para el pueblo cubano.