La NASA se prepara para la vida lunar, diseñando las primeras casas que se construirían en la superficie de un cráter del satélite.
Los planos fueron diseñados durante por 14 universidades de todo el mundo durante cinco meses de arduo trabajo. estos plantean una serie de módulos en una superficie total de 1.835 metros cuadrados; cada módulo esta compuesto por dormitorios, baños, salas de recreación, escritorios, sala de máquinas (para controlar los niveles de oxígeno, presión, energía y agua), entre otros.
El profesor André Breda Carneiro, quien formó parte del equipo de diseño, explicó que «El formato es redondeado justamente porque físicamente resiste mejor las altas presiones. Las paredes estarían hechas con varias capas de materiales diferentes y resistentes para soportar esa diferencia de presión».
Una de las características de los módulos es que estarían herméticamente cerrados. Asimismo, en caso de un impacto de meteorito, un sistema de puertas automáticas aislaría cada módulo para evitar la destrucción completa de la base.
La ciudad lunar se diseñó para futuros lanzamientos de misiones tripuladas a otros planetas, como Marte, porque en la luna «la salida es más rápida y se gasta menos combustible» al no haber casi atmósfera.