A propósito de la crisis sociopolítica en Venezuela y los antecedentes golpistas de su historia, en el Informe Político publicado en nuestro semanario el pasado domingo se hizo referencia a una anécdota en particular sobre Marcos Pérez Jiménez y su análisis sobre las etapas de un golpe de Estado.
En el escrito, se ofrecen detalles sobre la ilustración que dio el exmandatario venezolano al director de enpaiszeta.com Rafael Poleo en el año 1987 tras la intentona contra Jaime Lusinchi.
«A modo ilustrativo, viene al caso una anécdota en particular. En octubre de 1987, el periodista Rafael Poleo, entonces también diputado y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, cenaba en casa de Pedro Estrada en París tras viaje en el marco de sus funciones parlamentarias. Mientras departían quienes se habían enfrentado políticamente cuando uno era gobierno y el otro activista opositor, suena el teléfono en la residencia parisina. La voz al otro lado del auricular informa desde Caracas que unos vehículos blindados de la Fuerza Armada acababan de rodear el ministerio del Interior y Justicia. Ahí se encontraba el presidente encargado Simón Alberto Consalvi, ya que Jaime Lusinchi estaba de viaje. Es el episodio que fue llamado en la prensa “el paseo de los tanques”, el cual no pasó a mayores porque uno de los jefes militares encargados de la intentona entendió mal una seña. Al recibir la información, Estrada llamó a Marcos Pérez Jiménez a Madrid. Tras relatarle lo que estaba sucediendo en Venezuela, le pasa a Poleo. “Como antiguo conspirador, le digo que en estos casos, lo primero que hay son las murmuraciones, que son como una cosa muy basta, un ruido de gente que dice cosas que uno no puede oír muy bien qué son pero que por el tono son expresiones de disgusto. Después viene el rumor, que son falsas informaciones y noticias sobre hechos adversos al gobierno, que no son verdad pero indican lo que la gente quisiera que fuera verdad. Luego viene el conato, que es una explosión aislada de golpe muy localizada y que generalmente se disuelve sin mayores consecuencias, pero son síntomas de descomposición en las Fuerzas Armadas. Después, viene la asonada, que es un golpe que fracasa porque algunos de los comprometidos se echan para atrás a última hora. Y después de eso es que viene el gran carajazo”, ilustró el ex dictador. ¿Sabrá Padrino López leer en cuál fase estamos?», reza parte del texto.
El presidente Nicolás Maduro, actualmente atraviesa el peor momento político y aunque ha expresado su confianza por el «espíritu chavista» de la milicia venezolana, también ha reconocido su descontento y hasta un posible «goteo militar» que ha denunciado con énfasis.
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