Maduro camina hacia la ilegitimidad absoluta

Maduro camina hacia la ilegitimidad absoluta y junto a los demás jerarcas del chavismo tomó el poder como guarida ante las sanciones de la comunidad internacional.

Por Carlos Pagni

La tristísima peripecia venezolana ingresa a una fase más tenebrosa. El país tal vez deba soportar un Gobierno ilegítimo pues Maduro convocó elecciones presidenciales para abril en condiciones que impiden la participación de una oposición cuyos líderes están presos o inhabilitados. Diosdado Cabello agregó que los cuerpos legislativos también deben surgir de esos comicios, en los que la única fuerza que puede competir es el oficialismo. Las farsescas negociaciones entre Gobierno y MUD quedaron canceladas. La OEA reclamó la suspensión del calendario electoral. Si Maduro desoye ese llamado, Venezuela contaría con autoridades no reconocidas por la comunidad internacional.

Los jerarcas del chavismo tomaron el poder como guarida y condenarán al país al aislamiento. Las sanciones de EEUU fueron corrosivas. Ningún agente que opere en esa plaza puede tratar con los amonestados. Entre los sancionados están los principales dirigentes del régimen. Salvo Diosdado Cabello. ¿Washington no quiso penalizar al halcón? ¿O Cabello quedó eximido por su aceptable relación con Shannon, el principal interlocutor del Departamento de Estado con el chavismo? Shannon en gira por Colombia, Ecuador y Chile anunció su retiro como diplomático.

Las penalidades norteamericanas fueron seguidas en enero por las europeas. Estas pretenden disuadir más que condenar, pero tienen un impacto negativo sobre las autoridades de Caracas. Muchas atesoran dinero negro en ese continente. O tienen allí a sus familiares.

Las sanciones europeas demostraron que el régimen carece ya de amigos en ese continente. El griego Alexis Tsipras guardó silencio. Francia tampoco es una aliada. Macron se endureció desde que su rival Jean Mélenchon, de la mano del español Pablo Iglesias, hace la apología de la dictadura caribeña. Maduro solo cuenta con la discreta solidaridad de Federica Mogherini, la representante de la Unión Europea (UE) para política exterior. Fiel a su lejano pasado comunista, Mogherini intentó impedir las penalidades.

El anuncio de una fecha electoral no pactada con la MUD dejó al régimen sin red. Los cancilleres de México y Chile, que acompañaban el diálogo, se retiraron. La UE reclamó que se revisara la medida. Zapatero es un electrón fuera de órbita, que no abrió la boca ante la expulsión del embajador de su país e intentó en Caracas rescatar la negociación cuando ya se anunciaron los comicios. Operó sobre un malentendido. Los opositores habrían aceptado esa fecha si Maduro aseguraba la transparencia de los comicios. El CNE no la garantiza.

Zapatero extravió la brújula. Eso explica que participara en un acto en apoyo a las pretensiones de Evo Morales para ser reelegido como presidente de Bolivia violando la Constitución. El representante del Gobierno boliviano fue en la OEA el único que hizo defensa explícita de Maduro.

El Gobierno de Juan Manuel Santos, como el de Trump, podría desconocer un Gobierno elegido sin participación opositora. Una decisión con consecuencias insondables. La tiranía sostendrá en ese conflicto el descenso en la calidad de vida en Venezuela, donde la pobreza extrema alcanza el 61 % de los habitantes. El 64 % perdió 11 kilos en 2017 por mala alimentación. Una calamidad previsible: en 2018 la inflación podría llegar, según el FMI, al 13.000 %.