El Papa Francisco solicitó que el Gobierno y la oposición venezolana se encaminen a un diálogo verdadero y busquen la paz del país para que las «las consecuencias de la crisis política, social y económica» dejen de consternar a los ciudadanos civiles.
Un discurso enfocado en la seguridad y la paz fue el que pronunció Francisco en un encuentro en el Vaticano con miembros del cuerpo diplomático. Allí mismo, arrojó palabras sobre el terrorismo, inmigración, trata de personas, los conflictos en Oriente Medio o tensiones y las continuas tensiones en Europa.
Terrorismo, locura homicida
Durante su alocución, celebrada este lunes 9 de enero, llamó a los líderes religiosos para que, de manera rotunda, no acepten la matanza en nombre de Dios, dijo el pontífice en cuanto al «terrorismo de matriz fundamentalista», el cual tildó como una «locura homicida».
«Se trata de una locura homicida que usa el nombre de Dios para sembrar muerte, intentando afirmar una voluntad de dominio y de poder. Hago por tanto un llamamiento a todas las autoridades religiosas para que unidas reafirmen con fuerza que nunca se puede matar en nombre de Dios».
Jorge Bergoglio lamentó que los partidarios del extremismo religioso hagan uso de «gestos civiles» y usen «a los niños para asesinar, como en Nigeria». Así como también tengan por objetivo a los que rezan en lugares santos, como el suceso en la catedral copta de El Cairo; «a quien viaja o trabaja, como en Bruselas, a quien pasea por las calles de la ciudad, como en Niza o en Berlín, o sencillamente celebra la llegada del año nuevo, como en Estambul».
«El terrorismo fundamentalista es fruto de una grave miseria espiritual, vinculada también a menudo a una considerable pobreza social. Sólo podrá ser plenamente vencido con la acción común de los líderes religiosos y políticos», opinó el Papa.