Aunque nadie apunte al cargo de secretario general que actualmente lleva Pablo Iglesias, el liderazgo de Podemos se tomará como punto de debate en Vistalegre 2, congreso que se celebrará el mes próximo.
Iglesias tiene por seguro que si Íñigo Errejón lo enfrenta con una ponencia y listas propias, el Congreso podría votar por él como el próximo líder de Podemos. De esa manera, la jefa de gabinete de Iglesias, Irene Montero, explicó que «se decidirá si lidera Íñigo o si lidera Pablo y, si fuera Íñigo, Pablo estaría a su lado».
Por otra parte, el secretario general expresó, el pasado 20 de diciembre, que si sus propuestas y argumentos eran rechazados en el congreso, él dejaría su cargo, al destacar que «si el documento de estrategia política más importante que se presenta en Vistalegre, el de mi equipo y mi proyecto, sale derrotado, yo no puedo seguir siendo secretario general».
Hasta la fecha, Iglesias recalcó que Errejón y el referente de los Anticapitalistas, Miguel Urbán, lo apoyaban para continuar como secretario general del partido, pues indicó que ninguno de ellos se postularía para el cargo en el congreso previsto para el 10, 11 y 12 de febrero, en el que se votará de forma independiente las ponencias políticas y la composición de los órganos de dirección.
Sin embargo, este lunes Montero, mano derecha de Iglesias, anunció que su puesto está bajo las miradas, afirmó con base en las palabras de Errejón.
«Pablo tiene el compromiso de buscar la unidad a toda costa. No obstante, tanto Íñigo como Miguel (Urbán) han dicho varias veces: oye, nos sentimos fuertes para presentar una candidatura y un proyecto político por nuestro lado. Si eso termina siendo así, tenemos que dar una muestra de democracia y tendrán que ser los inscritos en el partido los que decidan, y ahí se decidirá quién lidera el partido».