El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) reclamó, este viernes, que los inmigrantes y refugiados en Europa están muriendo por las bajas temperaturas y la nieve debido al fuerte invierno, por lo que criticó que los gobiernos proporcionan poca ayuda pero sí los rechazan en las fronteras y los someten a violencia y confiscaciones.
Por su parte, Sarah Crowe, portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), denunció que «los niños son particularmente susceptibles de sufrir enfermedades respiratorias en una época como ésta. Se trata de salvar vidas, no de papeleos y de cumplir las disposiciones burocráticas», expresó en rueda de prensa en Ginebra.
Hasta ahora se han registrado cinco muertes a causa del frío y otras mil personas se albergan en tiendas de campaña y dormitorios sin calefacción en la isla griega de Samos, indicó la portavoz de ACNUR, Cecile Pouilly, por esta razón exigió que fueran trasladados a un lugar con mejores condiciones de la isla.