Las aventuras de un boliburgués

Edgar Ramírez, nuestra rutilante estrella hollywoodense -prevenido al bate para su gran papel que está por llegar-,posteó en su cuenta Instagram una fotografía suya a bordo de un avión, absorto en Las aventuras de Juan Planchard, novela del cineasta venezolano Jonathan Jakubowicz, autor y director de Secuestro express,Manos de piedra, y alto pana del actor. Ramírez escribió como pie de foto una exaltada descarga contra la corrupción en Latinoamérica. Suponemos que los blancos de los dardos lanzados por Ramírez son contra los rojosjerarcas del chavismo, si bien el actor se cuida de no etiquetar la corrupción rojita con nombre y apellido. La novela es la autobiografía ficticia de un chavista que se enriqueció de la noche a la mañana especulando con los dólares de CADIVI, pero todo bolivarianamente legal, según la moral de Juan Planchard, el protagonista, quenarra sus hazañas con un desparpajo que espanta, en un lenguaje soez, vulgar, demasiado gráfico. Este malandro de ficción, suerte de Arsenio Lupin a la venezolana, de guantes rojos, 29 años, se jacta de poseer $ 5 millones en el banco, por ahora, una casa en La Lagunita, apartamentos en Manhattan y Madrid. Juan se da la gran vida en exclusivas fiestas swingers en Las Vegas, que son una merma, solo dejan entrar solteras que estén buenas y parejas menores de 35 años, la entrada vale $20 mil dólares, e incluye hembras de película pa´tirá pa´l techo, éxtasis, perico y marihuana. Juan tiene otros negocios con militares que navegan en el yate de un tal Aristóbulo, y él mismo se mueve por el mundo en el avión privado del testaferro de un pana, un Challenger 300, con platos de porcelana y mesoneros que sirven queso manchego con melón. ¡Hasta la victoria siempre, camaradas!

Edgar Ramírez llega a la conclusión de que este libro es lo más fuerte que ha leído sobre la corrupción, para concluir su comentario digital con la recomendación de su lectura a Latinoamérica, para que se vea en el espejo de Juan Planchard. Leído el comentario del actor, recordé quealguien me regaló el libro, y fui a por él, y lo hojeé… Me hizo recordar otro bestseller, 50 sombras de Grey, el libro sadomasoquista (Juan Planchard también le mete al sadismo) que enloqueció a las mujeres que agotaron laprimera edición en una semana, y que se vendió con el kit completo: fuete, esposas, y corbata. Entonces le escribí un comentario en la foto posteada: Estimado compatriota: Todo libro tiene su época, y ésta lectura recomendada a toda Latinoamérica es un libro ajustado a esta época perversa, sin valores morales ni espirituales, donde la corrupción campea y el dinero lo es todo. Este libro retrata el arquetipo de vida de un bolichico corrupto, arma de doble filo. Algunos entenderán el mensaje, a otros -la inmensa mayoría ávida de cachivaches y puticlubs-, creerá que la vida de Juan Planchard es de pinga, lo máximo. Me debes el thanks, Edgar.

Saqueando el pasado

Esta fotografía aparece en el libro del diseñador de modas franco-estadounidense Oleg Cassini, el modisto que convirtió a Jacqueline Kennedy en la más glamurosa primera dama de Estados Unidos. Cassini cuenta y elogia el precioso vestido negro diseñado especialmente para la cena de estado en la Casa Blanca conque los Kennedyagasajaron al presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, el 19 de febrero de 1963. Las dos parejas posaron para la histórica acompañados de miembros del gabinete de Kennedy y esposas, todos de riguroso blacktie. A la derecha de Rómulo, Virginia, hija de la pareja presidencial venezolana.