Los inmensos yacimientos petroleros encontrados en Texas, superiores a los de Arabia Saudita, obligan a los venezolanos a repensar totalmente su porvenir – lo cual vale para chavistas y oposición por igual.
Hay una discusión acerca de quién dijo que Venezuela debe “sembrar el petróleo”, porque si bien atribuyen la frase a Arturo Uslar Pietri, su creador fue un merideño, Alberto Adriani, ministro bajo Eleazar López Contreras.
El razonamiento era que el petróleo es una riqueza temporal, mientras que la agricultura es un bien renovable que nunca se agota. Adriani murió a los 38 años y su plan de lograr con el dinero del petróleo la independencia alimentaria permanente, nunca se ejecutó.
Hoy, Fedeagro informa que la producción agrícola nacional “actualmente satisface entre 10% y 45% de la demanda”. Si bien en rubros como el arroz, el café, el azúcar, la carne y el aceite en los 40 años de democracia antes de Chávez la producción venezolana ya se estaba acercando a la autosuficiencia nacional, bajo Chávez y principalmente Maduro, hubo un violento retroceso que según Fedeagro, se aceleró en los últimos 6 años.
En cuanto al petróleo, el hallazgo de yacimientos en Estados Unidos superiores a los de Arabia Saudita, cambia para siempre las cosas en Venezuela. En septiembre la petrolera Apache Inc. informó haber hallado en Texas un enorme yacimiento de petróleo y en noviembre el Servicio Geológico de Estados Unidos confirmó oficialmente que el encontrado yacimiento de Wolfcamp tiene capacidad de producir con el fracking 20.000 millones de barriles de petróleo y 16 billones de pies cúbicos de gas natural. Se calcula inicialmente el precio de producción de ese petróleo en US$25 el barril.
Según los expertos en la materia, los sauditas todavía gozan de un costo de producción mucho más bajo que el que precisa la extracción del petróleo proveniente de las lutitas, que es el caso de Texas, pero ya no pueden afirmar que tienen las mayores reservas del mundo, porque ahora los supera Estados Unidos. Por otra parte, a medida que se afinan las técnicas de extracción del llamado “shale oil”, es previsible que su costo de producción siga bajando.
La noticia del hallazgo texano fue poco difundida. Para entonces el gerente de la Exxon Mobil, Rex Tillerson, estaba logrando la elección de Donald Trump. Convertido Tillerson en Secretario de Estado, tiene preparado un plan de extracción de petróleo convencional en Guyana y otro en Rusia, con costos inferiores a los del fracking, así que no era el momento de perder esa planificación. De pronto, no se habló más de Texas, pero las obras en el gigantesco yacimiento texano de Midland Wolfcamp prosiguen, si bien tomarán su tiempo.