Pizarro: Que la intolerancia no sea nuestra religión, somos mejores que eso

«Que la venganza no sea lo que nos mueva. No nos convirtamos en ellos», esa fue la respuesta del diputado Miguel Pizarro luego de la jornada número 68 que dejo a un venezolano más sin vida. Al número 66. 

Pero no es un número más. Ninguno de esos 66. Neomar Alejando Lander, de 17 años, falleció tras ser impactado por lo que se presume una bomba lacrimógena. 

El Gobierno, como lo ha hecho en otros casos, adelantó una tesis sobre este fallecimiento a través del ministro de Interior, Justicia y paz, Néstor Reverol, quien responsabiliza al diputado Pizarro por esta muerte

El parlamentario decidió «no responder» ante las acusaciones  gubernamentales, pero sí señaló que este miércoles se vio «lo bajo de la política». 

Pidió a los opositores que «no nos saquen del camino» mientras aseguraba que estaban preparados «física, moral y espiritualmente» para las agresiones del gobierno, según indican.  

También aseguró que continuarán en la calle, con la gente y «con el rostro descubierto». 

Pizarro reiteró el llamado a «no convertirse en lo mismo contra lo que se está luchando» y aseguró que no le asustan las acusaciones «vía Twitter. Me asusta que esto (gobierno) sea para toda la vida». 

«Que la intolerancia no sea nuestra religión. Somos mejores que eso. Hemos planteado una solución política a un problema político.  Sin miedo, sin odio y en paz, sigamos en la calle», sostuvo el parlamentario. 

Mientras, en distintos partes de la capital se mantenían focos de protestas. Altamira, La Candelaria, La Urdaneta y El Paraíso, por citar algunas, vivieron más de cuatro horas de enfrentamientos. 

Enfrentamientos que iniciaron pasado el mediodía cuando la oposición salió de distintos puntos hacia… los mismos puntos: la avenida Francisco de Miranda, la Francisco Fajardo, El Rosal y Las Mercedes. 

A penas la PNB vio a los manifestantes, sin mediar, lanzó bombas lacrimógenas. Desde allí y casi por dos horas ininterrumpidas hubo detonaciones y heridos. 

Tácticos, ballenas y contingentes a pie y en moto fueron usados en esta jornada así como una especie de bomba lacrimógena que explota como un fuego artificial. Todo esto era respondido con piedras, las llamadas bombas molotov y fuegos artificiales. 

El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges; el gobernador de Miranda, Henrique Capriles; el primer vicepresidente de la AN, Freddy Guevara y los diputados Miguel Pizarro, José Manuel Olivares, juan Requesens, Juan Andres Mejia, entre otros así como el alcalde David Smolansky fueron los rostros visibles y afectados en las protestas de este miércoles. 

Todos coincidieron en desconfiar de las declaraciones del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López y pedir «hechos y no palabras». 

Cabe destacar que, Neomar es el cuarto fallecido un miércoles en Caracas. Lo antecedieron Juan Pablo Pernalete, Armando Cañizales y Miguel Castillo.  

Balance y agenda 

  • 196 fueron las personas afectadas durante esta jornada. 
  • 31 fueron atendidas en Salud Baruta. 
  • 28 en Salud Chacao. El resto, en centros asistenciales públicos y privados. 
  • 22 presentaron traumatismos. 
  • 1 presentó fracturas. 
  • 1 está en terapia  intensiva y perdió un ojo. 
  • 12 fueron heridos con perdigones. 
  • 1 fallecido. 

En cuanto a la agenda. Este jueves se espera que la mayoría opositora en la Asamblea apruebe la moción de censura contra el ministro Néstor Reverol. 

Luego, en la tarde, la oposición llama a concentrarse a partir de las 5:00 pm en Parque Cristal para caminar, desde allí, hasta el lugar donde cayó Neomar. 

El viernes, el Movimiento Estudiantil convoca a una jornada de protesta y se realizarán, además, asambleas vecinales en 1.140 parroquias.  

Y el fin de semana, la oposición convocó a una «movilización multitudinaria», según lo calificó el alcalde de El Hatillo y para la cual, se conocerán  los detalles, en las próximas horas. 

Un mejor país 

Mauro Arellano, tío de Neomar, aseguró que el joven protestaba por «un mejor país». 

Salía con su familia a manifestar. Neomar había dejado los estudios y se dedicó a realizar cursos. El último fue de Barman. 

Sugey, su madre, no creía lo que veía y escuchaba. Estaba con él en Las Mercedes y luego, Neomar se fue hasta Chacao. 

Ella le había dicho que no fuera, sin embargo, él, como cualquier joven de 17 años, no le hizo caso. 

Su tío ahora, llama a seguir protestando. 

Foto José Mayorca / ENPaísZeta