«Una reforma constitucional federal, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, debe perfeccionar el reconocimiento del carácter plurinacional del Estado apuntado en el artículo 2 de la Constitución». Con esa frase, Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, puso patas arriba a España. Él defiende que es una manera de solucionar el encaje de Cataluña, en plena polémica separatista, mientras sus detractores aseguran que le da alas al independentismo.
«Nos preocupa esta situación y la contemporización de Pedro Sánchez con el independentismo catalán», aseguró este lunes en rueda de prensa el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado.
La teoría del PP es que este PSOE radicalizado les deja todo el centro, ahora que esa tendencia está en boga, aunque seguro que algo tendrá que decir en eso Ciudadanos. «Nos han dejado todo el centro a nosotros», ha señalado Casado.
El PSOE asegura que están a favor de la soberanía nacional, pero Casado advierte que «no se puede soplar y sorber al mismo tiempo».
Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, el otro partido que aspira a hacer vida en el centro del espectro político español, también arremetió contra la propuesta de Sánchez. «Le pido al PSOE que deje de jugar y de hacerles el juego a los separatistas, que deje de hablar de naciones de naciones de naciones»
«No tenemos que hacernos preguntas absurdas en pleno siglo XXI», ha dicho Rivera durante un acto en el que también ha intervenido Begoña Villacís, concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid. «Dejemos de preguntarlo», ha subrayado el líder del partido. «Por favor, dejemos cada día de cuestionar nuestro país, dejemos cada día de hacerles el juego a los que quieren romper este país», ha solicitado. Y ha recalcado: «Le pido al PSOE que deje de jugar y de hacerles el juego a los separatistas, que deje de hablar de naciones de naciones de naciones… y que se pongan a trabajar y a colaborar para que este país tenga estabilidad. No podemos perder ni un segundo en debates estériles, en debates semánticos o identitarios. El único esfuerzo que se puede hacer en este momento es para generar una alternativa al PP».
Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, afirmó por su parte que Sánchez pretende copiar el modelo de Bolivia. El dirigente, que aspira también a la cabeza del gobierno español gracias al centro del espectro político, respondió vía Twitter. «Dice la nueva dirección del PSOE que el modelo equiparable a su nación de naciones es Bolivia. A mí me gusta más EEUU, Alemania o Francia».
Rivera, quien por cierto es catalán, fue más allá e incluyó pruebas de su teoría al citar el artículo 1 de la Constitución boliviana: «Bolivia se constituye en un Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país».
Otra que tampoco apoya a Sánchez es su principal rival en el partido, la presidente andaluza Susana Díaz, quien ve el concepto de plurinacionalidad como «confuso» al «comportar ciertos riesgos» que acercan al PSOE a Podemos. Si es cierto el acercamiento de Sánchez al partido de Pablo Iglesias, no debe extrañarnos la cercanía con la Bolivia de Evo Morales, tan de la órbita castro-madurista. En España andan con las manos en la cabeza: está bien ser de izquierdas, pero tampoco tanto.