Por Macky Arenas
Gustavo Duque Sáez es Director Ejecutivo de Seguridad Integral del municipio Chacao el cual, de ser el más protegido de la ciudad, pasó al más vulnerable por constituirse en el epicentro de manifestaciones, llegadero de malandros y territorio de alivio de la resistencia. Difícil pensar hoy por hoy en que un plan de seguridad, por más acabado que se conciba, puede tener éxito con una policía intervenida y limitada en sus funciones y movimientos, estigmatizado como está el municipio como “de oposición”. Compleja tarea para este joven funcionario quien, a pesar de pesares, tiene la confianza de su alcalde y el agradecimiento de su comunidad. Recientemente estuvo en un congreso en Medellín donde, juntos a colegas del continente, revisaron las políticas que hacen seguras a las ciudades…
_ Chacao se ha puesto intenso…
_ A pesar de lo complicado que es el país sigue siendo el municipio más seguro. Desde hace más de un año y ocho meses Caracas viene encabezando la lista de las ciudades más peligrosas del planeta. En Chacao no escapamos a esa realidad. Tenemos un equipo dirigido por el alcalde Ramón Muchacho, quien nos he instruido en la necesidad de estar permanentemente en contacto directo con las comunidades. Esa es la receta y lo confirmamos en el seminario al cual tuve la oportunidad de asistir en Medellín. Lo que hace fuertes a los municipios y las ciudades es el contacto directo entre autoridades y vecinos. Lo mantenemos por encima de todas las vicisitudes.
_ Medellín es una ciudad que es mostrada como ejemplo de un conglomerado que ha evolucionado desde altos niveles de inseguridad hasta ser un modelo por la puesta en marcha de política combinadas…
_ Fue una experiencia fabulosa. Allí nos reunimos representantes de 35 países. Por Venezuela asistió Roberto Patiño y yo por Chacao. Conocimos la experiencia de ciudades, desde las más pobres –con sus peculiares características en materia de seguridad- hasta otras como Medellín que cuenta con un presupuesto anual de $1700 millones del cual invierten, sólo en seguridad ciudadana, $89 millones al año. Son presupuestos millonarios que no tienen nada que ver con lo que estamos viviendo en Venezuela.
_ No siempre deben haber tenido ese dineral. ¿Se puede sin él?
_ No lo tenemos pero estamos viviendo algo parecido a lo que tocó a ellos. Cuando pensamos en el día después de que este drama termine, como le pasó a ellos luego del conflicto armado, nos inspiramos en lo que hicieron para reencontrar ambos grupos después de tanto tiempo en pugna. Lo que viene es la reconstrucción y no solo desde el punto de vista político-social y de infraestructura sino de las personas, vecinos que no se entienden, desplazados que han vuelto luego de mucho tiempo alejados de su comunidad. Hay lugares en Medellín, los cuales visitamos, donde hay madres de víctimas que conviven con aquellas de los victimarios y han trabajado el perdón y la reconciliación: tejen, bordan, comparten una serie de actividades que las ha acercado. Es muy interesante.
_ ¿Entenderemos alguna vez la necesidad de instituciones sólidas que trabajen competentemente en función de la gente? Esa noción la hemos perdido…
_ La única manera es lograr el reencuentro y la confianza de los vecinos hacia la autoridad. Se observa claramente en el esfuerzo que hacemos cotidianamente por detener a los delincuentes: los presentamos y el sistema judicial los devuelva a la calle en tiempo récord. Eso lo saben y lo resienten los vecinos. Un buen comienzo podría ser un saneamiento del sistema judicial, que apliquen las sanciones necesarias. La impunidad no ayuda.
_ Chacao es hoy el epicentro de lo que ocurre en este país….
_ Precisamente porque, a pesar de todo, es el lugar donde más garantías se observan para la protesta pacífica y democrática y para la seguridad ciudadana. Allí inician y frecuentemente terminan las protestas. Hemos tenido días francamente muy complicados, sobre todo porque hemos sido escenario, lamentablemente, de muertes de jóvenes. Salud Chacao trabaja de manera continua recibiendo heridos y afortunadamente contamos con un equipo de primera, incansable, que atiende a todo el que ingresa allí y lo hace de manera muy eficiente. Aparte de ello, a cada rato se reportan daños materiales, destrozos a locales y camiones incendiados. Ha sido muy duro y delicado lo que ocurre.
_ Es que, en estas circunstancias, es muy delgada la línea entre la protesta y la violencia…
_ Constantemente rogamos a los manifestantes que las cosas se lleven de manera civilizada, pero desgraciadamente hay grupos que vienen con otras intenciones y generan violencia. Se comienza una protesta tranquila, convocada por la Mesa de la Unidad, pero ocurren hechos como la quema de los buses en Chacao. Eran momentos en que ni siquiera había una protesta en desarrollo en el municipio, pero hubo interesados en generar zozobra y violencia vandálica. De allí que los alcaldes de Chacao y Sucre se pronunciaran deslindando sus jurisdicciones de esos hechos.
_ ¿Cómo están las competencias de la policía municipal en un cuadro de intervención como el que se mantiene por parte del gobierno central?
_ Son muy claras. La policía no interviene en orden público, solo hace las canalizaciones con quienes son autoridad en este momento, sea la PNB o la GNB. Son ellos los que intervienen. Nuestra policía no cuenta con los equipos para afrontar el orden público y tiene armas de fuego. Es sabido que en las confrontaciones de orden público no se debe portar armas de fuego.
_ ¿Qué hace ante la presencia sistemática de grupos ajenos a la protesta que, bajo la cobertura de parecer resistencia, se dedican a hostigar y amenazar a vecinos y comerciantes?
_ Estamos en contacto directo y en tiempo real con más de 13 mil vecinos. Tenemos constancia de que una inmensa mayoría de quienes manifiestan lo hacen de buena fe y con intención recta y clara. Pero hay un pequeño grupo que ha desvirtuado el tema de la protesta y los vemos en los semáforos pidiendo dinero, amedrentando a conductores y peatones. La comunidad, lógicamente, se queja. Y si las cosas no pasan a mayores es porque mantenemos una comunicación muy intensa con nuestros vecinos. En eso nos ha funcionado muy bien el sistema de chats vecinales.
Foto Archivo ENPaísZeta