El Movimiento Estudiantil convocó este lunes a un «trancazo» de cuatro horas. Desde las 12:00 pm hasta las 4:00 pm.
Al mediodía, y cual reloj inglés, las personas comenzaron a bajar de urbanizaciones y oficinas a trancar vías principales y calles.
La escena del pasado viernes se repetía: pancartas, pitos, banderas y todo tipo de consignas. En unos casos, bolsas de basura, rejas y ramas de árboles sirvieron para obstruir el paso vehicular y hasta de motos en muchas zonas. En otras, los solos manifestantes se valían para generar un caos en gran parte de la ciudad.
La violencia no se hizo esperar. También como un reloj inglés.
Desde las 12:00 pm la Guardia Nacional lanzó lacrimógenas en el distribuidor de Altamira. Sin embargo, los manifestantes permanecieron en la calle.
En esta oportunidad, tanto la Guardia como la Policía Nacional Bolivariana (PNB) aplicaron un método diferente. Lanzaban unas cuantas bombas y luego se retiraban.
Además de Altamira, Chacaito, a la altura del Bosque; la avenida Libertador, en toda su extensión; la UCV; la Candelaria, la Francisco Fajardo, a la altura de Los Ruices y El Rosal fueron algunos de los sitios donde esto ocurrió.
Otros, como la Roosevelt, entrada del Cementerio y Bello Monte corrieron con mejor suerte.
En El Hatillo y La Florida, se vivió el «fenómeno» de arrollar a personas mientras trancan.
En la autopista, a la altura de Las Mercedes y El Rosal, la GN trató de dispersar a algunos jóvenes que intentaban cerrar la vía.
Incluso, parece que, dentro de su «operativo» consideraron lanzar lacrimógenas y piedras directamente a la prensa que cubría en el lugar.
A las 4:00 pm, cantando el himno en casi todos los puntos, las personas levantaron la protesta.
Un ejercicio ciudadano casi impecable a no ser por unos cuantos quienes hicieron uso de la intolerancia como instrumento contra periodistas y otros ciudadanos que, por la razón que sea, no se sumaron a la manifestación.
También continuaron los enfrentamientos entre manifestantes y los cuerpos de seguridad en Altamira cuando jóvenes decidieron continuar la protesta.
Tres incursiones de la GN y PNB, quienes de un tiempo a acá actúan al unísono en la zona, hicieron falta para reprimir a los jóvenes.
Una acción que dejó alrededor de seis personas detenidas y muchas afectadas por los gases lacrimógenos. La mayoría de estos afectados eran personas que no estaban manifestando.
Las denuncias de robo de pertenencias y motos por parte de estos efectivos, tampoco faltaron. Las protestas se extendieron en otras zonas como la Urbina y Petare hasta altas horas de la noche.
Allí hizo acto de presencia no sólo la GN y la PNB. También el Comando Nacional Antisecuestro (CONAS), el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalisticas (CICPC) arremetieron contra varias urbanizaciones, hecho que ha venido siendo recurrente en otras partes de Caracas y el interior.
Los efectivos de seguridad recorrieron la zona en caravanas luego que lograron eliminar las protestas.