Oropeza: Esto sin calle no sale y con calle sola tampoco

Tras la Consulta Popular del pasado 16 de julio, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) informó de las actividades que programaron para la semana post consulta, pero muchas personas espontáneamente realizaron trancones en distintos sectores del país, inclusive mezclándose con el paro cívico.

Para el analista político y coordinador de la MUD, Ángel Oropeza, en exclusiva para El Nuevo País, el pueblo expresó un mandato a la colación opositora que debe cumplirse, por lo que afirmó que estos actos realizados sin convocatoria son “legítimos”, pero advirtió que hay gente “pescando en río revuelto” que juega para el Gobierno y buscan entorpecer las actividades de la oposición.

Asimismo, indicó que la llamada “Hora 0” es una bola de nieve que va cuesta abajo y que cada día se irá intensificando, debido a que en su consideración es necesaria la presión de todos los sectores del país para lograr el cambio de Gobierno, para el que la MUD firmó el acuerdo de gobernabilidad.

¿Cuál es su apreciación de la agenda de la oposición para la semana pasada?

La agenda de la MUD ya dejó de ser de la MUD, es la agenda del país que tiene más de 100 días de distintas protestas de calle, muy severa y compartida por todo el país que tuvo un punto de inflexión que fue el domingo pasado.

El 16 de julio se vio una manifestación de más de 7.500.00 de venezolanos en apenas 2.000 centros, cuando en una elección normal siempre se abren más de 14.000.

Entonces si tu metes más de 7 millones en 2.000 centros, calcula el tamaño de la gente que adversa y quiere cambio en el país.

Además, se obtuvieron esos resultados en una elección hecha con apenas dos semanas de antelación sin propaganda, con amenazas de todo tipo, sin recursos y en apenas 2.000 centros y esto da una idea del tamaño gigantesco de la gente que quiere cambio, o sea que es todo el país.

Ese día la gente dio un mandato muy claro, ordenó algunas cosas, como por ejemplo que se parara la Constituyente, se procediera a la renovación de los poderes públicos por parte de la Asamblea, que la oposición se preparara desde ya para formar un gobierno de unión nacional, que se mandara un mensaje a la Fuerza Armada Nacional de que respetara la Constitución, todo eso fue el mandato del domingo pasado.

¿La agenda de la MUD fue producto de la Consulta Popular?

La agenda de la Unidad ha sido esta semana una respuesta a ese mandato, por ejemplo, el martes se procedió a hacer la renovación de los poderes públicos, empezando por el TSJ. Respetando los lapsos de la Constitución, este viernes se procedió a la juramentación de los nuevos magistrados, entonces tenemos nuevos magistrados del TSJ, legítimos, escogidos de manera legal, constitucional, con todos los requisitos, recaudos y especificaciones.

El miércoles se realizó el acuerdo de gobernabilidad y lo que se hizo fue decirle al país que la MUD está unidad, preparada y lista para gobernar desde el día uno. Mientras hacemos la lucha para el cambio de gobierno lo serio y lo responsable es que te prepares para cuando seas gobierno.

Un poco en gesto de respeto a la gente, si le estás pidiendo cambio a las personas o que se sumen, tu deber es decirle cómo vas a administrar ese cambio.

El acuerdo de gobernabilidad es en el que los factores de la mesa, sin excepción, dicen cuáles van a ser los objetivos del próximo gobierno, cuál va a ser el papel de la Unidad, la conformación de un próximo gobierno, cuáles van a ser sus lineamientos económicos, la relación con otros poderes públicos, entre otras cosas.

El jueves fue un paro cívico exitosísimo donde paramos todo el país, porque la gente nos pidió también que detuviéramos la Constituyente, hay que fijarse en que la agenda de la semana ha sido en respuesta a todas las cosas que pidieron.

El sábado una marcha hasta el TSJ para decirle que ya renovamos los magistrados, los que están son ilegítimos y vendrán nuevas acciones.

La agenda trata de mezclar todas las herramientas de la política, presión de calle, institucional, internacional, interna de los partidos políticos, o sea ahorita la política que se impone es presión con todas las armas de la política.

¿Esto quiere decir que esta semana fue acciones más institucionales que de calle?

La gente exigió calle el domingo y ese día fue una actividad de calle, salieron 7.500.000 personas a manifestar, aquello no fue una elección normal, fue el acto de desobediencia civil más grande de la historia del continente, el paro cívico fue una actividad de calle, el acto del sábado fue una actividad de calle.

La cosa es que el pueblo pidió varias cosas, nos pidió que renováramos los poderes públicos, tenías que renovarlos en la Asamblea, nos pidió que nos preparáramos para hacer Gobierno, tenía que hacerse el acuerdo de gobernabilidad. Entonces lo que hemos estado diciéndole a la gente es que hay que mezclar la necesaria presión de calle con las otras presiones para que sea eficaz.

Esto sin calle no sale, con calle sola tampoco sale, tiene que ir una mezcla equilibrada e inteligente de todas las presiones propias de la política.

¿Cuál es su apreciación de los trancazos espontáneos registrados esta semana?

Aquí hay que mezclar la pasión con la imprescindible inteligencia y la irrenunciable disciplina, o sea si tú no mezclas eso, lo que tienes es anarquía y eso favorece al Gobierno.

En esto de los trancazos espontáneos es necesario diferenciar que hay gente que muestra su legítima y justificada indignación, que le queda es trancar la vía y eso es perfectamente entendible y justificable, personas que a veces trancan para defenderse de la Guardia.

Esos trancones, que son de personas con ideales legítimos y en legítima defensa que sienten que es su contribución con la causa, es una cosa y otras agendas ocultas es una cosa distinta que se mezcla con lo anterior.

Hay gente que juega al Gobierno, por ejemplo, si la Unidad dice «siguiendo el mandato del pueblo, hoy vamos juramentar a los nuevos magistrados del TSJ», que es lo que la gente pidió y que el Gobierno le tiene mucho miedo, pero sale alguien a decir «pues no, aquí no pasa nadie», eso es sospechoso.

Entonces tu empiezas a decir «yo tranco para que no se dé» no como protesta al gobierno, sino para que no se dé el acto de la MUD, entonces la pregunta es ¿para qué lado está jugando?

Está el caso de un señor que se robó un helicóptero y que disparó contra el TSJ, bueno a Roberto Picón le allanaron su casa y a Carlos Graffe lo fueron a buscar en una clínica, o sea hay gente a la que buscan hasta por debajo de las piedras y a este señor no lo ponen preso, declara en los medios, aparece en una marcha. Cuando la MUD dice «agarremos para la izquierda», el tipo dice «agarremos para la derecha», entonces uno lo que dice es «cuidado».

Al lado de la legitima indignación de mucha gente, de los trancazos justificables de quienes se defienden, también hay quienes están pescando en río revuelto y que se prestan para beneficiar al Gobierno.

¿Cuál es el papel del ámbito internacional en esta agenda de la Unidad?

Parte de la presión política, también es la presión internacional. Los factores internacionales tendrán éxito o mayor eficacia en la medida en que vayan alineados con la presión nacional.

Esta semana ha habido pronunciamientos como los de la Unión Europea y los presidentes del Mercado Común del Sur (Mercosur) desconocen la Constituyente y llamaron al presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, a que vaya a la reunión de jefes de Estado del bloque.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos se va a Cuba y desde ahí manda un mensaje a Maduro de parar la Constituyente. Todo el que tenga unas nociones mínimas de diplomacia sabe que ningún país del mundo acepta que otro presidente venga a mi casa, a mi país, para hablar de otro Gobierno. Eso fue coordinado.

Eso fue Castro diciendo «Santos dilo tu tranquilo desde aquí para que Maduro entienda que somos nosotros».

¿La “Hora 0” anunciada por la oposición para esta semana es como una bola de nieve?

Es exactamente eso. Lo que anunciamos no es ningún secreto, es una presión en ascenso, presión de calle, institucional, política, interna, internacional, todas in crescendo.

El mensaje es «Gobierno date cuenta de la cantidad de sangre que pesa sobre tu proyecto de Constituyente, date cuenta que nadie lo quiere, ni siquiera dentro, para eso. Ahora, si no la paras, el país se te va a ir encima» e ir encima es lo que llamamos la «Hora 0».

En términos sindicales, cuando un sindicato decreta la «Hora 0» frente a un patrono es porque ya no aceptan más nada, tú tienes que retirar la propuesta o van detrás de ti.

O sea, el mensaje para quien quiera entenderlo es «tu no vas a gobernar este país», o sea que este país se va a tornar ingobernable y hay que entender esto, porque Maduro no puede gobernar Venezuela y no puede con esta Constitución.

Tiene que inventarse otro país, otra Constitución para así perpetuarse en el poder y no se lo vamos a permitir.

¿Cómo ve a la MUD y al Gobierno en términos de cohesión interna a una semana de la Constituyente?

La mesa está más unida que nunca y la prueba se vio el miércoles con la firma del acuerdo de gobernabilidad, ahí están todos los partidos diciendo «nos comprometemos a nadar juntos en esto, más allá de las diferencias».

En el Gobierno hay caos y más fracturas, el Gobierno es un archipiélago, o sea hay gente que está cuidando su dinero mal habido, que está preocupada por la Constituyente y no saben cómo pararla, aquello es realmente un conjunto de islas, cada una con un pedacito de poder.

Entonces se está desmoronando el Gobierno, tiene mucha fuerza, fuerza militar, institucional, porque manejan 4 de los 5 poderes del Estado, tienen poder mediático, un inmenso poder económico, tienen todo eso, pero no gente.

Eso ha provocado que estén realmente resquebrajados, enfrentados unos a otros y eso es lo que hace difícil que ellos impongan esto, pero en el caso negado de que lo lograran, seguramente la Constituyente que nazca va a ser muerta y va a ser muy complicado imponerse.

Ya el país dijo no, es cuestión de tiempo, es hoy, mañana, después del 30, pero la Constituyente no va a ir, aunque en el caso, que no creo, lleguen a hacerlo el 30 de julio.

Foto Archivo Zeta