Petróleo. Foto: Globovisión

Tras 18 años de «Revolución», Venezuela sufre «imperio-dependencia»

El economista y presidente de la empresa de estudios de mercado Datanálisis, Luis Vicente León, en entrevista exclusiva para el Nuevo País y Zeta, señaló que es muy difícil ver en los próximos meses algún tipo de inversión de recurso o ampliación de negocio, porque no existe la suficiente confianza para ello. “Una Asamblea Nacional Constituyente que presenta una incertidumbre en términos institucionales para los empresarios y para los inversionistas, la primera reacción es de protección”, señaló León.

Por otra parte, León destacó que la Asamblea Nacional Constituyente “no viene sola, la Constituyente viene con sanciones que han sido amenazadas por parte de Estados Unidos y está la posibilidad también de la incorporación de Europa y de otros países de América Latina, y eso por supuesto tiene impacto negativos sobre el desenvolvimiento económico”.

El economista José Toro Hardy explicó a El Nuevo País y Zeta que “si las sanciones de tipo petrolero consisten en prohibir las importaciones petroleras venezolanas en los Estados Unidos, o prohibir las exportaciones de productos petroleros de los Estados Unidos a Venezuela, pues para la economía venezolana sería catastrófico”, señaló.

Dependencia de EE.UU.

Toro Hardy indicó que es importante mantener la exportación de crudo hacia los Estados Unidos porque es nuestro principal cliente. Debemos recordar que el “95-96% de los dólares que ingresan al país proviene de la actividad petrolera, de los 750.000 barriles que exportamos hacia los Estados Unidos”.

Aunque Venezuela mantiene el envío de barriles de petróleo a otros países como China, Hardy explica que de estas exportaciones no ingresa ni un dólar porque se utiliza como parte de pago de deudas adquiridas. “En estos momentos tenemos que cambiar 500.000 barriles diarios hacia China y a partir de enero serían 700.000 barriles por día, pero te vuelvo a repetir, eso es para pagar deudas. De ahí no nos ingresa ni un dólar”.

La mayor parte de crudo venezolano que entra a Estados Unidos se dirige a CITGO, que hasta los momentos, pertenece 100% a PDVSA. “Si CITGO se ve sin suministro petrolero venezolano, ella se vería severamente afectada”. Aparte de CITGO, hay otros dos compradores del petróleo venezolano que son Valero y Marathon Petroleum Corp, sin embargo el economista señaló que una de ellas “desistió de comprar petróleo venezolano anticipándose a las eventuales sanciones llegasen aplicarse”.

Toro Hardy, afirmó que para Venezuela sería muy difícil replantearse este mercado en otros países, porque la principal refinería que puede procesar nuestro crudo extrapesado es precisamente CITGO. “El petróleo que nosotros exportamos extrapesado es petróleo muy pesado con azufre y hay muy pocas refinerías en el mundo capaces de procesar este tipo de crudo. Una de ellas es precisamente nuestra refinería CITGO en los Estados Unidos que están diseñadas como un traje a la medida… Ahora bien, si no podemos seguir refinando ese crudo a los Estados Unidos hay muy pocas refinerías en el mundo capaces de procesar ese mismo crudo”.

A esta situación se le suma que Venezuela no sólo envía petróleo a los Estados Unidos, sino que también importamos petróleo y productos derivados del petróleo desde los Estados Unidos. Toro Hardy afirma que la importación de crudo liviano y de nafta está cerca de los 85.000 barriles diarios.

Toro Hardy explica que “son indispensables esas importaciones para mezclar con nuestro crudo extrapesado de la faja y lograr una mezcla media que sirve para pagar precisamente a China las deudas”. Una prohibición de este tipo podría afectar la cancelación de deudas adquiridas con otros países como es el caso de China.

Sobre las sanciones

El economista considera que de aplicarse sanciones es preferible que las “sanciones que se puedan aplicar estén más dirigidas a personas, estén más dirigidas a los responsables así como viene ocurriendo, que a un tipo de sanciones que afectarían severamente a la economía venezolana y al país”.

Al respecto, Luis Vicente León considera que “si son sanciones personales su impacto es muy personal, muy directo, local, pero si se añaden sanciones generales el tema se complica. Porque las sanciones generales, petroleras, o en el marco financiero para el Estado, etc, sin duda dejan al país en una situación muy complicada, que tiene un impacto muy negativo sobre su desenvolvimiento económico. No solo afecta al gobierno, sino también sobre el sector empresarial y sobre la población en general”.