Mike Pence, vicepresidente de Estados Unidos (EE.UU), se preparaba para la gira por 4 países de Latinoamérica cuando el viernes pasado el presidente Donald Trump afirmó que “tenemos muchas opciones para Venezuela y no descartamos solución militar, si es necesario (…) Una opción militar es algo que, ciertamente, podemos perseguir”.
La declaración marcó la agenda de Pence, a pesar de que la situación de Venezuela es uno de los temas que más preocupa en la región, y el domingo emprendió vuelo a Colombia para reunirse con el presidente Juan Manuel Santos y posteriormente con venezolanos que se encuentran en Cartagena huyendo de la crisis.
En Colombia aseguró que “el presidente me ha enviado aquí para seguir buscando el apoyo de América Latina y lograr la restauración pacífica de la democracia en Venezuela”, en un tono conciliador por las palabras de Trump sobre el régimen venezolano y aseguró que no se quedarán tranquilos “ante la creación de una dictadura en nuestro hemisferio”.
Tras reunirse con los venezolanos que se encuentran en Cartagena, Pence endureció el discurso asegurando que “no nos quedaremos esperando mientras Venezuela se desmorona (…) un Estado fallido en Venezuela amenaza la seguridad y la prosperidad del hemisferio”.
Posteriormente, viajó a Argentina para reunirse con el presidente Mauricio Macri, uno de los críticos más fuertes de Nicolás Maduro, a quien le agradeció liderar los esfuerzos regionales para solucionar la situación de Venezuela.
En este sentido, mantuvo el tono conciliador que usó en Colombia con Santos: “Creemos que al aumentar la presión económica y diplomática podremos lograr la democracia en el país”, frente a un Macri en desacuerdo por las declaraciones de Trump, al igual que varios países de la región que expresaron su rechazo a las afirmaciones del mandatario estadounidense.
“Lo que hagamos lo haremos juntos. Todos vivimos en el mismo vecindario”, aseguró Pence para hacer ver que la decisión sobre qué hacer para promover la solución de la crisis venezolana sea resuelta en consenso por los países de la región.
Tras su paso por territorio argentino, arribó a Chile para reunirse con la presidenta Michele Bachelet, de tendencia izquierdista, con quien también trató la situación venezolana y rechazó cualquier intento de golpe de Estado en Venezuela.
Sin embargo, Pence aseguró que “Estados Unidos usará toda su fuerza diplomática y económica hasta que se restaure la democracia en Venezuela”, pero destacó la necesidad de trabajar con los países de la región para “llegar a una solución pacífica” en Venezuela.
La última parada del vicepresidente de EE.UU fue Panamá, donde se reunión con el presidente Juan Carlos Varela y el tema de Venezuela también estuvo sobre el tapete en el encuentro con el mandatario panameño que en los últimos meses ha endurecido sus críticas contra Maduro.
Desde el canal de Panamá, Pence afirmó que «el presidente Trump y yo le pedimos a América Latina que haga más» para resolver la situación de Venezuela y manifestó que no se quedarán de brazos cruzados.
«Nosotros tenemos muchas opciones para Venezuela, pero el presidente Trump y yo confiamos en trabajar juntos con nuestros aliados en América Latina. Vamos a lograr una solución pacífica a la crisis que enfrentan los venezolanos en este momento», indicó el Vicepresidente estadounidense, quien pasó unas horas en Panamá para regresar a EE.UU.
Con el tema de Venezuela presente en todo su viaje, Pence regresó a Estados Unidos para evaluar los resultados y transmitirle a Trump su opinión acerca de qué hacer sobre la crisis venezolana y buscar una solución en consenso con la región.