Para contrarrestar el exitoso periplo de los directivos de la Asamblea Nacional por Europa, también viajó el Canciller del régimen. Su propuesta para evitar las sanciones europeas: una nueva ronda de negociaciones. Solo que esta vez están advertidos que de no resultar, las sanciones van.
Luego del exitoso viaje a Europa del presidente y vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN), el Canciller venezolano emprendió un periplo por Europa que comenzó por Ginebra, pasó a París, luego a España y le sirvió para anunciar nuevas negociaciones.
En el Palais des Nations
La primera parada del Canciller fue en Ginebra, Suiza, para el 36° Período del Consejo de Derechos Humanos (DD.HH.) de la Organización de Naciones unidas (ONU). La violación de los DD.HH. en Venezuela fue presentada por la Oficina del Alto comisionado de la ONU para DD.HH (OACDH), presidida por Zeid Ra’ad Al Hussein, en su informe general sobre la situación de las libertades fundamentales en el mundo- discutida en extenso en el número anterior de esta revista.
Al nuevo canciller, Jorge Arreaza, le tocó defender al pranato. Exigió a la OACDH que cese la agresión contra Venezuela “a través de falsos informes… plagados de mentiras y ofensas”. Lo sucedido para Arreaza es “una escalada de violencia política por parte de la extrema derecha”, cuyas “acciones violan el Derecho Internacional”. Pero con “la elección de la ANC (la Constituyente), se reestableció la paz en Venezuela”. Habló de los supuestos avances de los DD.HH. y sacó a relucir que “100% de los venezolanos cuentan con cobertura gratuita y de calidad en atención primaria de salud”. Criticó las sanciones de Trump y reiteró “el rechazo a las medidas coercitivas, unilaterales y la promulgación de leyes de extraterritorialidad que obstaculizan el disfrute de los DD.HH. y vulneran la soberanía de los Estados”.
Dos importantes anuncios
Al final hizo dos importantes anuncios. Primero que Venezuela “… ha decidido formular la invitación a tres procedimientos especiales de este Consejo para visitar Venezuela en los próximos meses… y …. está solicitando cooperación técnica a la OACDH para la implementación de las 193 recomendaciones aceptadas en el marco del Examen Periódico Universal”. No mencionó cuales son estos “procedimientos especiales”, pero una visita y un mayor monitoreo de la OACDH en Venezuela son buenas noticias.
El otro anuncio que pasó casi inadvertido fue que señaló: “muy pronto seremos testigos también de señales del proceso de diálogo gracias a la mediación de amigos y a la voluntad del presidente Nicolás Maduro”.
La bomba en Quai d’Orsay
La siguiente fue la reunión con el Canciller francés, el 12 de septiembre.
Allí, el canciller Jean-Yves Le Drian declaró en un comunicado: “Insistí en el riesgo de la aplicación de sanciones europeas y en la necesidad de que el gobierno de Venezuela dé con rapidez signos concretos de su voluntad por reactivar las negociaciones con la oposición, en el marco de un procedimiento que sea sincero y que tenga credibilidad”. Y mostró su complacencia cuando Arreaza le informó que “ el diálogo con la oposición iba a reactivarse mañana en República Dominicana, bajo los auspicios del Presidente de República Dominicana, Danilo Medina, y del ex Primer Ministro español, el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero”.
Ese mismo día Zapatero y Miguel Vargas, Canciller dominicano, en un comunicado invitaban “…formalmente a gobierno y oposición a transitar un proceso de negociación y acuerdo político”. Este sería “Un proceso… presidido por el máximo respeto a los principios de la democracia, los DD.HH., el compromiso social y la soberanía nacional. Desarrollado sobre la base de una negociación formal y con garantías que den confianza y credibilidad”. Maduro respondió rápidamente aceptando la invitación y enviando a Jorge Rodríguez a Dominicana. Todo muy coordinado.
Palacio de Santa Cruz
El Canciller español, Alfonso Dastis, le aseguró a Arreaza que España apoyaría “…con decisión todo aquello que contribuya a la reconciliación y a la prosperidad de los venezolanos, y ayude a forjar un acuerdo que garantice el pleno respeto a la Constitución venezolana y al estado de Derecho. Y aseveró “… que… no es suficiente que el Gobierno venezolano exprese su deseo de mantener un diálogo con la oposición; … es indispensable que se concrete en un proceso sin dilación de negociaciones que resulten en acuerdos con concesiones concretas y con garantías de cumplimiento de los acuerdos alcanzados”. Para el criollo, España tiene una “errada visión” de la realidad de Venezuela y se amparó en el cliché de “la necesidad de construir relaciones sobre la base respeto a los principios de la cooperación, el derecho internacional, la no injerencia en asuntos internos y la autodeterminación de los pueblos”.
¿Diálogo o no?
A la oposición venezolana, de nuevo, la madrugaron. Varios dirigentes dijeron no saber de tales reuniones. Al final, en un comunicado ad hoc, la MUD aclaró que “no hay un reinicio del diálogo” e informó sus condiciones para una negociación: cronograma electoral completo, incluidas las presidenciales; la liberación de todos los presos políticos; levantamiento de inhabilitaciones; respeto a la Asamblea Nacional; y “atención inmediata a la crisis económica y social del país”. Así como que la MUD enviaría “una delegación para reunirse con el Presidente Medina” para presentarle “los objetivos de la lucha democrática”. El grupo está presidido por Julio Borges y según fuentes, también habrían asistido Luis Florido, Luis Aquiles Moreno y Timoteo Zambrano.
Se habla de la creación de un grupo de cinco países, dos escogidos por cada parte con el Vaticano como garante. Así como la participación técnica de la ONU en el tema de resolución de conflictos. En todo caso su secretario General de Antonio Guterres expresó su pleno apoyo a esta iniciativa de diálogo.
Presión
Estas negociaciones son una exigencia de la comunidad internacional, en este caso de Europa, que se dispondría a imponer sanciones si el gobierno no se involucra de manera positiva, con concesiones concretas. Presión aumentada con la decisión del Parlamento Europeo de que la Unión Europea (UE) imponga sanciones selectivas a violadores de DD.HH. en Venezuela, incluyendo la congelación de bienes y eliminación de visas.
Para Capriles “La única posibilidad de que exista un proceso de negociaciones es que se respete la Constitución, que … podamos ejercer nuestros derechos, que los presos políticos salgan en libertad, que cesen las persecuciones y los hostigamientos, que pongan la fecha de las elecciones nacionales. Para un diálogo debe estar el Vaticano, ONU, los gobiernos democráticos con peso e importancia en el mundo con una agenda clara y con garantías”.
Quedaría por deslindar cual sería el papel de la ilegitima Asamblea Constituyente Comunal. Uno se pregunta ¿qué sentido tiene llegar a acuerdos si esa constituyente cambia la Constitución, incluyendo por ejemplo las competencias del Presidente, la Asamblea Nacional, los gobernadores, las elecciones y así muchas otras cosas?